Pepe Mel manifestó esta mañana en la sala de prensa de Abegondo que "tengo que pedir disculpas, una y otra vez con la cara colorada y un poco de vergüenza, a la gente del Deportivo porque creo que podemos dar mucho más. Y es exigible que nos lo exijan".
Es más, apunta que "si fuera aficionado del Dépor estaría cabreado no porque el Real Madrid te meta 6, que el Madrid ha metido 6 y ha metido 8 aquí. No se trata de eso. Te puede ganar porque está muchos escalones por encima tuyo. Pero son cosas las que debemos de evitar para que la gente no se enfade. Hasta el último balón hay que morder, hasta el minuto 20 no hicimos la primera falta, son cosas que el público no es tonto, las percibe y se rebela".
Por este motivo, insiste en que "tenemos un bonito y gran momento mañana para que la gente descanse, resetee mentalmente y pueda en los últimos tres partidos sentarse a ver a su Dépor y esperar lo mejor".
A estas alturas de la temporada, el técnico deportivista cree que "no es el momento de las palabras. La gente se cansa de escucharme a mí. Es el momento de acciones, de hechos. Las palabras ya no valen para nada. Es el momento en el que el Deportivo como club o como equipo diga aquí estoy yo, ganando este partido estoy salvado". "El resultado puede ser el que sea porque nadie maneja un juego, pueden pasar mil cosas que tú no manejas. Pero cuando termine el partido, nos miremos todos a los ojos y digamos 'lo hemos dejado todo', 'lo hemos intentado todo', la camiseta chorrea agua. Entonces no pasará nada. Si perdemos así yo saldré aquí y defenderé a todo el mundo, y estaré orgulloso", añade.
Prefirió no hablar de futuro ante el encuentro de mañana domingo en El Sadar ante Osasuna (12:00 horas, Bein Sports), un encuentro que puede significar la salvación matemática del Deportivo: "La gente tiene que estar tranquila mañana a las dos menos cuarto. Volver de viaje a A Coruña con la sensación del trabajo cumplido, y pensar que el futuro lo tenemos que hacer mucho mejor, todos, absolutamente todos".
Mel definió al rival del Dépor, el Osasuna, descendido matemáticamente a Segunda División: "Como su propio nombre lo indica es un club de guerreros, que nunca se rinde, un club con la afición tremenda. Es un club en el que los futbolistas seguro van a querer demostrarle a su gente que no van a regalar los tres o cuatro partidos que les quedan. No nos van a regalar absolutamente nada. Es un club de gente joven, de la tierra, que saben lo que es llevar Osasuna dentro. Espero un partido complicado".
