Hace hoy un cuarto de siglo, solo dos semanas después del retorno del primer equipo a la división de honor tras 18 años de ausencia, el Fabril lograba en Mieres por primera vez en su historia ascender a la Segunda División B, tras culminar en la primera plaza una liguilla de ascenso a la que accedió tras finalizar cuarto en el Grupo I de Tercera División.
La campaña 1990-1991 es la segunda de Francisco Delgado Melo como entrenador del filial deportivista. El Fabril traza un comienzo muy regular, en el que suma 13 de los primeros 16 puntos en juego, con seis victorias, un empate y una sola derrota, en A Marosa frente al Burela (1-0).
El equipo atraviesa un bache en las siguientes nueve jornadas, en las que solo es capaz de sumar dos victorias, ambas a domicilio: Golea en Betanzos al Brigantium (0-5) en la 11ª jornada y repite dos semanas después en Gondomar (0-2). Merced a dos victorias consecutivas, en el ‘mini-derbi’ ante el Celta Turista (0-1) y en casa ante el Órdenes (3-0), cierra la primera vuelta en posición de promoción. El Fabril es cuarto, con 26 puntos y 8 positivos, por detrás de Bergantiños (29), Lalín (28) y Racing de Ferrol (27) y con una ventaja de cuatro puntos sobre sus más inmediatos perseguidores, Carballiño y Burela.
La primera mitad de la segunda vuelta catapulta al segundo equipo blanquiazul, que conquista 16 de los primeros 20 puntos en juego, gracias a ocho victorias y solo dos derrotas, con goleadas al Lemos (4-0), Boiro (2-5), Meirás (0-4) y Barco (0-3). Tras esta última victoria, el Fabril es segundo, con 5 puntos de margen sobre el quinto clasificado, el Burela, y con 9 partidos por delante.
Dos derrotas consecutivas, ante Brigantium (1-2) y Bergantiños (2-1), complican las cosas, que se tuercen de nuevo cuando, tras ganar con solvencia al Gondomar (4-1), el Fabril recibe otro revés en Cantarrana ante el Viveiro (2-1), al que sigue un empate en casa frente al Lalín (2-2). Con sólo cuatro jornadas por disputar, el equipo de Paco Melo está fuera de playoff, empatado a puntos con el cuarto, el Burela.
Una sufrida victoria en Sada (2-3) precede a un triunfo tan rotundo como clave. El Fabril pasa por encima del Racing de Ferrol (3-0), lo que le vale para depender de sí mismo en las dos últimas jornadas. Con Lalín y Bergantiños ya clasificados matemáticamente, el filial deportivista se juega con Burela y Racing de Ferrol, a los que aventaja en un punto (49 de los coruñeses por 48 de lucenses y departamentales) las dos plazas restantes.
En la penúltima jornada, el Fabril araña un punto ante el Celta Turista (1-1), el mismo botín que sacan el Racing en el Manuel Rivera ante un Órdenes (1-1) que ya no se juega nada y que el Burela en Carballo (0-0) frente al segundo clasificado. Así pues, idéntica situación de cara a la última jornada. En la misma, el Fabril empata sin goles en Órdenes, el Burela vence con facilidad al Gondomar (3-0) y el Racing pierde sorprendentemente en Vilalonga (1-0), con lo que son los ferrolanos los que se quedan fuera de la fase de ascenso.
El Fabril finaliza la liga en la cuarta posición, con 51 puntos, merced a 21 victorias, 9 empates y 8 derrotas, con 76 goles a favor y 36 en contra.
En el sorteo de la fase de ascenso, los blanquiazules quedan encuadrados en el Grupo A1, junto al Almazán soriano, el Caudal asturiano y el Fuenlabrada madrileño. La liguilla no comienza bien. El Almazán arranca un punto de Riazor (2-2) y, una semana después, repite el Caudal (2-2). El Fabril se rehace y suma tres victorias consecutivas, en Fuenlabrada (0-1), Soria (1-2) y en casa ante los madrileños (2-0).
Con 8 puntos, el Fabril llega líder a una última jornada en la que se la juega en Mieres ante el Caudal, que acumula 7 puntos. Un empate basta a los pupilos de Paco Melo, que logran una sufrida igualada sin goles con la que sellan un histórico ascenso. El 23 de junio de 1991, el Fabril forma en el Estadio Hermanos Antuña con Julio Ares, Mariano, Ángel, Tito, Emiliano, Toñito, Juanito, Teté (Damil, min. 72), Busto, Manolo (Domingo, min. 81) y Arturo. También forman parte de aquella plantilla Roberto, Eduardo, Tino, Grela, Barral, Óscar y Braulio. El entrenador era Paco Melo, ayudado por José Ángel Franganillo en la preparación física y con Bazarra como delegado.
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