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Arsenio Iglesias nombrado Hijo Adoptivo de A Coruña en un solemne y emotivo acto

Arsenio Iglesias llenó de emoción y cariño el salón de plenos del Ayuntamiento de A Coruña. En un acto solemne, tras el acuerdo unánime de toda la corporación municipal, fue nombrado hijo adoptivo de la ciudad que le vio cosechar los mayores éxitos de su carrera profesional.

Arsenio llegó al consistorio apoyado en un bastón y parapetado tras unas gafas oscuras que no dudó en apartar un momento para observar con total claridad el aspecto de un salón de plenos que, como se diría en el argót futbolístico, estaba "lleno hasta la bandera".

Además de numeroso público, allí estaba gran parte de la corporación municipal, con la alcaldesa Inés Rey a la cabeza, el consejo de administración del Deportivo, encabezado por su presidente Fernando Vidal y, entre otros, Amancio Amaro, Manolete, Donato o el actual entrenador deportivista Fernando Vázquez. Y, como no, su familia. Su esposa, sus hijos, sus nietos...Todos orgullosos de un hombre que llenó de felicidad con su trabajo a toda una ciudad, a toda una afición. Una afición que estaba representada "por esas gentes de la calle" por las que Arsenio tenía un gran respeto. Fue una de sus frases tras aquel triste día en el que al Dépor "le quitaron la fiesta de los fuciños". Claro que un año después, Arsenio tendría la ocasión de llevar al Deportivo al primer título de sus historia, ese día sí hubo fiesta.

Con una de las míticas frases de Arsenio empezó su alocución Inés Rey: "Mucho que decir y poco que contar", señaló la alcaldesa en un discurso en el que hizo mención a la humildad y sencillez de un hombre "que nunca demostró apego a la ostentación. Un faro y un símbolo incluso fuera de la ciudad, como se le considera en su Arteixo natal".

Precisamente, al lado del faro que ilumina desde hace siglos A Coruña, esa ciudad deportiva en la que forjó gran parte de sus éxitos también llevará su nombre, así como una vía pública o lugar de la ciudad herculina. Detrás de ese hombre que "tras cada lección de fútbol nos regalaba una lección de vida" -en palabras de la alcaldesa- está su familia. 

El homenajeado, con 89 años a sus espaldas y siempre proclive a apartarse del primer plano, cedió el testigo ante la audiencia a sus nietos. La mayor, Ana, quiso recordar las tres familias de Arsenio."Desde 1930 pertenece a la familia de Arteixo y, desde 1951, a la familia deportivista y a la gran familia coruñesa", dijo mientras aventuraba que "si bordó los otros papeles también bordará el de hijo adoptivo".

Su nieto más joven, Pedro, tras felicitar a todos en el aniversario del centenariazo, puso la nota simpática del acto cuando dijo que "hoy el abuelo no va a hablar porque está muy exigido", mientras recordaba la primera vez que visitó Riazor y preguntó donde se ponía el entrenador para saber "cual era el sitio donde trabajaba el abuelo".

Don Arsenio Iglesias Pardo, grande entre los grandes. Un hombre que, como dijo su nieta, basó su filosofía de vida en cuatro palabras: "Trabajo, humildad, orden y talento".