Carlos Fernández y Didier Moreno comparecieron ante los medios de comunicación en la zona mixta del Estadio ABANCA-RIAZOR.
El delantero sevillano, que estrenó su casillero goleador con el tanto que supuso la igualada ante el Málaga, destacó que "lo importante es trabajar para el equipo para intentar sumar dentro del juego, aportar cosas. Hoy me ha tocado hacer el gol y contento".
Coincidió con el técnico Natxo González y acaba con un sabor "agridulce dentro de las circunstancias del partido y de cómo se fue dando todo".
Se lamenta porque "después del empate llega nuestro momento, la afición nos llevaba en volandas. Y ahí hay una acción rigurosa. El árbitro interpreta una agresión en una chilena. Es la primera vez que lo he visto en el fútbol. Te condiciona el final del partido".
El ariete deportivista vio a un Deportivo "superior hasta la expulsión. En la primera parte ellos no han llegado a nuestra área. Nosotros hemos tenido ocasiones claras, hemos tenido más presencia, hemos sacado centros, hemos jugado la primera parte en su campo. En la segunda parte llega su gol en una jugada aislada y un poco extraña. Nos reponemos bien, llega el empate y luego la expulsión. A partir de ahí el guion es diferente, toca achicar agua y que creen lo menos peligro posible".
Por su parte, Didier Moreno, que mañana lunes viaja a la concentración de Colombia por primera vez en su carrera, cree que "hicimos un buen trabajo. Al final conseguimos un punto que por lo que se tornó el partido era meritorio para nosotros".
El centrocampista blanquiazul indicó que el partido tuvo "bastantes altibajos, disputado ante el líder. Es un punto bastante valioso para nosotros".
En su opinión, "no era para expulsión" la jugada de Quique González. Es más, no recuerda haber visto una tarjeta roja por una acción semejante en su carrera deportiva: "El juez lo interpretó así y hay que respetar su decisión".
