El Deportivo regresó esta mañana a los entrenamientos en una semana sin fútbol, debido al partido que se tenía que jugar en Reus, correspondiente a la 30ª jornada en LaLiga 1|2|3.
Objetivo principal en estos días sin competición, sin tensión liguera: recuperar la sonrisa, levantar el ánimo de los futbolistas después de la primera derrota de la temporada en el Estadio ABANCA-RIAZOR.
Para ello, no hubo sesión de vídeo, ni trabajo táctico, ni acciones de estrategia. Para empezar, el preparador físico, Julio Hernando, dividió a su plantilla en 4 equipos, que compitieron en juegos de técnica con balón.
A continuación, en el campo 2, hubo un ejercicio de finalizaciones; y para concluir el trabajo sobre el césped, Natxo González dispuso un partido con 3 porterías, una de ellas defendida por el fabrilista Pedro López.
Durante los estiramientos finales, los futbolistas realizaron un último ejercicio de habilidad: cada jugador, situado al borde del área, tenía que disparar al larguero y, caso de acertar, marcar tras el rechace.
Se entrenaron al margen del grupo Krohn-Dehli, Carlos Fernández y Nahuel; y Quique González se retiró antes que sus compañeros, por precaución.
Mañana jueves, el equipo vuelve a la Ciudad Deportiva a las 11:00 horas.