Hoy en Depor Sport<br>La puesta a punto de Diego

El gimnasio y la sala de masajes de Lorenzo Buenaventura, readaptador físico que goza de la total confianza del jugador, se han convertido en los últimos días en la 'casa' de Tristán. Hasta seis horas y media dedica al trabajo, que está supervisado en todo momento por Carlos Lalín y que incluye el control de sus hábitos de alimentación. Desayuna a las ocho y media. A las diez, al gimnasio, donde se ejercita hasta las doce. Trabaja la coordinación, el reforzamiento muscular y la flexibilidad, además de realizar ejercicios específicos para curar su lesión (una desinserción parcial en la porción distal del recto anterior del muslo derecho). A las doce y media, masaje con Lorenzo Buenaventura hasta las dos, hora de la comida. Descansa hasta las siete y media, momento en el que se reincorpora al trabajo hasta las nueve y media o diez de la noche.
El jugador se sacrifica pensando en la próxima campaña. Aunque es improbable que esté recuperado para jugar la primera eliminatoria de la Intertoto, Diego ya piensa en este torneo como la primera prueba para comprobar si recuperará o no el gran nivel que demostró en su primera temporada en el Deportivo. Entre rumores sobre las preferencias de parte de la plantilla para que ostente la capitanía, Tristán pretende convertirse en el símbolo de un equipo recuperado.
El futbolista ya ha empezado a tocar balón y su evolución es aún mejor de lo esperado. Desde el martes y hasta el lunes seguirá trabajando en Sevilla. El día 21 se reincorporará a los entrenamientos del equipo, por lo que sólo habrá gozado de cinco días de asueto en sus teóricas vacaciones. No le importa eso a un Diego Tristán que intentará reencontrarse con su mejor amigo: el gol. El Mundial de Alemania también espera un '9'.