Hoy en Depor Sport...<br>Sergio: "si ganamos al Barcelona estaremos en Champions"
Un barcelonés de cuna, Sergio González, pero del Espanyol se mide este fin de semana a un Barcelona con la mente puesta en la Liga de Campeones. Hoy, el centrocampista catalán es el protagonista en Dépor Sport, el periódico oficial del Deportivo.¿Cómo est
¿Qué ha cambiado en él desde su irregular inicio?
Son muchas cosas, el equipo está ahora mucho más junto. Antes cada uno era más
independiente y no buscaba el beneficio del conjunto. Ahora el que hace la
acción se siente más acompañado por los demás; y eso, en un deporte de equipo
como el fútbol, es básico. Hemos ganado como bloque. El método no lo sé. Este
año pagamos muy caro algunos errores puntuales. La fortuna está a veces contigo
y otras no y esta temporada ha sido muy rigurosa con nosotros. En el fútbol se
necesita suerte. Dábamos un pase para atrás y parecía que nos metíamos un gol en
propia puerta. Cualquier cosa pequeña se nos convertía en un gol y contra eso es
difícil luchar, pero creo que lo más importante es que el equipo ha sabido
confiar en sí mismo.
¿Nunca se perdió la confianza?
Nunca hay que precipitarse. Las conclusiones se sacan al final de temporada.
Tiempo para criticar o para opinar siempre habrá. No por estar ahora mejor
vamos a tirar el pecho para arriba, pero hay que estar con los pies en el suelo
y no ser tan trascendental. Algunos decían que nos iba a pasar como el Celta e
íbamos a pelear por no perder la categoría. Son cosas irracionales y que crean
mal clima. Si el equipo juega mal pues se dice, pero siempre dentro de unos
parámetros.
¿Cómo afectó al vestuario?
Una vez que saltas al campo te aíslas y te olvidas de todo. Pero sí que se notó
en los previos y post partidos. Por suerte uno ya ha pasado por estas cosas y
como profesional ya sabe como funciona. Sin embargo, cuando es una semana tras
otra, al final la cosa se complica y hay que separarlo. Yo siempre he tirado de
tranquilidad. No se pueden tirar bombas por tirar.
Quizá se tienda a cerrar ciclos de manera precipitada...
Hace poco el Madrid estaba a seis puntos del Barça y todo era galáctico,
genial... La gente se acelera y es el profesional el que tiene que poner la
calma. Ni en los momentos buenos tienes que estar subido a una campana ni en los
malos estar hundido, hay que mantener una línea, que es la que luego va a
permitir volver al buen camino.
¿El equipo tuvo alguna duda de estar al final situado arriba?
Desde principio he comentado que al final el equipo iba a estar donde se merecía
estar. No se nos puede olvidar el fútbol de un año al otro. Al final vamos a
estar en Europa seguro. Nos hemos permitido muchos lujos y ahora ya no podemos
hacerlo más, lo que da una presión añadida. Si ganamos al Barcelona nos
meteremos en Champions, con mucha seguridad.
¿Cuánta importancia tuvieron los tres puntos en Albacete?
Fueron vitales. Nuestro reto era conseguir dos victorias seguidas. Una en casa
para asomar un poco la cabeza y la de fuera para meternos hasta el cuello. El
equipo hizo una muy buena primera parte, en la segunda tiró un poco más de
conservadurismo para asegurar los puntos.
Usted nunca ha perdido la confianza del entrenador...
Eso es básico para sacar tu máximo rendimiento. La confianza tampoco se regala,
hay que ganársela. Por suerte, desde que llegué al Deportivo el míster ha
confiado plenamente en mi y eso da una estabilidad importantísima a la hora de
afrontar los partidos y de sacar lo que tiene uno dentro. Todos necesitamos ese
voto de confianza, pero sólo pueden jugar once y para el míster es complicado.
Pero al final todo el mundo es importante y aporta algo básico para el equipo.
¿No echa de menos un descanso?
Eso es relativo. Una de mis características es que soy muy regular y que puedo
estar a un buen nivel durante muchos partidos. Intento explotar eso al máximo.
Para mi es un lujo y un placer poder estar jugando cada domingo. El futbolista
al cabo del año un futbolista tiene sus diez partidos muy buenos, otros diez
buenos, diez normales y diez malos. El mérito de un jugador es intentar que esa
decena de malos, se conviertan en dos, tres... Ésa es la clave.
¿Por qué ya no pisa tanto el área rival?
Desde fuera se ve de forma distinta. A veces el equipo necesita un poco más de
equilibrio. Nuestros atacantes son muy buenos goleadores, pero a hora de
recuperar balones les cuesta un poco más. Mi intención es ayudar más a la
parcela defensiva. Cuando el partido está más abierto me puedo permitir ir más
arriba; pero cuando está trabado, como estos últimos en los que lo importante
era ganar y no jugar bien o llegar mucho arriba, si no subo no pasa nada porque
bastante poder ofensivo tenemos. Me gustaría llegar a rematar, pero en el fútbol
a veces te tienes que quedar por si te pillan a la contra. Son decisiones que
cada uno toma durante el partido y que te dan la experiencia.
¿Qué tanto por ciento de importancia tiene el ganar en casa?
Ganar en casa o fuera son tres puntos. Pero en el aspecto de la confianza y de
la tradición no. Es muy importante. Es una corriente que dice que sería lo
ideal, sacando además puntos fuera. Al entrar en esa dinámica negativa de
principio de campaña hicimos que el contrario llegara más desinhibido. Entre que
nosotros estábamos titubeantes y que ellos llegaban crecidos, perdimos el efecto
‘Riazor’. Espero que psicológicamente nos ayude y que a los equipos que están
ahí con nosotros les afecte el hecho de ver al Depor al que todos están
acostumbrados.
¿Cómo llega el Barcelona?
Aunque dijeran que iban a ir a por la Champions, su objetivo siempre ha sido la
Liga. Están siendo los mejores y al final en la tabla cada uno ocupa el puesto
que merece. Hay que reconocérselo, pero su objetivo es ganar la Liga.
¿Cómo se le derrota?
Le puedes complicar las cosas teniendo la pelota. Por muchos cracks que tengan,
si no tienen el balón no pueden hacer nada. Lo que hace muy bien el Barça este
año es que acumula mucha gente en el centro del campo. Márquez, Xavi y Deco le
dan mucho equilibrio. Están muy bien ayudados y arriba tienen gente muy rápida,
por eso, según cortan, lanzan pases a Giuly o Eto’o, que son muy rápidos. Hay
que evitar nuestras pérdidas de balones, es preferible pegarle una patada a la
pelota y mandarla fuera de banda que no perderla.
¿Qué tiene de especial este partido para usted por el hecho de su pasado en el
Espanyol?
Hay amigos que son pericos que aprietan un poco más, pero este año menos, ya que
ahora está en una posición privilegiada y ya no están tan pendientes del
Depor-Barça. Es un partido importante y bonito, pero mi motivación extra se va
perdiendo con los años, aunque algo queda.
Sólo ha faltado este año a su cita con el gol en el Nou Camp...
De mis goles en Primera al rival que más le he marcado es al Barça. Mis tres
primeros años en el Depor siempre marqué allí y éste me lo salté. Ojalá que
pueda marcar.
Quizá el Barça ha pecado de soberbia al decir que quería ganar los tres títulos,
¿no cree?
Después de los cinco años en los que no han ganado nada siguen siendo grandes.
Eso es una demostración de que es una gran entidad en la que la exigencia es
pelear por todo.
¿Un resultado para el sábado?
Con tal de que ganemos...