RCDeportivo RCDeportivo RCDeportivo
Skip to main content
ES

Hoy en DeporSport<br>Sergio: Vamos a morir con las botas puestas

Sergio repasa en Dépor Sport, el periódico oficial del Deportivo, la actualidad del equipo deportivista. ¿Qué le pasa al Deportivo? La verdad es que no sé que decir. Creo que es un cúmulo de cosas y no se pueden enumerar todas. Si supiéramos lo que nos

Pero ante la Real se jugó mal.

Sí y no. Hay que tener en cuenta que el equipo está en un momento frágil y débil. En otro momento de la temporada o en otras Ligas, el equipo rodaba bien y cualquier cosa que te pasaba, estabas plenamente convencido de que te ibas a recuperar y sacarlo adelante. Ahora mismo, ese pequeño detalle que te viene en contra, se te hace muy grande. El partido del Villarreal fue para nosotros un golpe importante, y después fuimos a Anoeta y caímos. Y fíjese lo que es el fútbol, porque si metemos la primera oportunidad se acababa el partido. Lo que ocurre es que recibir un golpe en estos momentos, le crea al equipo una losa muy fuerte. Nos está costando mucho resarcirnos y, ofensivamente, no estuvimos muy acertados. Quizás el equipo tiene una debilidad en la cabeza. Todos somos conscientes de lo que nos estamos jugando, pero el fútbol tiene estas cosas.

Y ustedes son los que más pierden a nivel deportivo y económico.


Sí. A nivel de prestigio y profesional. Uno siempre quiere ser el mejor en su profesión. Que nadie se olvide de que si no nos clasificamos para la Champions, somos nosotros los que no vamos a cobrar ninguna prima. Somos conscientes de todo y vamos a luchar para acabar lo más dignamente posible, y aunque sea un milagro o la esperanza sea pequeñita, aún podemos dar una sorpresa grande.

¿Ganar al Racing variaría el panorama?


Antes del Villarreal, habíamos encadenado un par de partidos buenos, y hasta parecía que el equipo jugaba mejor porque cogió un buen estado anímico y tenía más confianza. Después nos hemos vuelto a debilitar un poco. Ahora, el trabajo fundamental es recobrar la confianza. Es una cuestión de cabeza porque al equipo le sobra fútbol. Una vez que volvamos a estar todos muy metidos y nos acompañe un poco la suerte, el equipo va a ir hacia arriba seguro.

¿Hay que contratar un psicólogo?


Me pilla a bote pronto. El tema del psicólogo es muy complejo. No sé hasta que punto porque motivación tenemos. Lo que ocurre es que durante los partidos a veces nos vuelven a pasar las mismas cosas, y nos sorprendemos. Y eso nos va mermando un poco. No sé hasta que punto falta un psicólogo. La verdad es que no sé opinar sobre este tema porque se me escapa.

¿El modelo futbolístico del Depor ya no sorprende a nadie?


El equipo tiene una forma de jugar y una tradición futbolística que lleva muchos años. Los rivales evolucionan, estudian vídeos y está claro que nos controlan. Al final, saben cuando vamos a golpear con la izquierda y cuando con la derecha. Pero yo soy de los que piensan que cuando una cosa funciona bien no hay por qué cambiarla. Este equipo se ha conocido, se ha hecho fuerte y tiene una identidad a partir de una base de juego que le ha llevado a conseguir tantos éxitos. Estamos capacitados para salir de esta situación así o con cualquier alternativa. La actual siempre ha sido la forma de jugar, y con ella hemos conseguido el mayor rendimiento y es con la que nos encontramos más cómodos. Me parece que en estos momentos el problema es más de los jugadores que del esquema.

¿No cree que el sistema se agotó? Pues no lo sé.


Lo que está claro es que cada vez es más difÍcil ejecutarlo porque ya son muchos años exprimiendo ese sistema. A lo mejor, el contrario te tiene más controlado. Pero, insisto, creo que la culpa es más nuestra, de los jugadores. Al fin y al cabo, el que coge la pelota, el que va a girar, el que ocupa una determinada posición y de quién depende meter un gol o no, es el futbolista. Del sistema se encarga el míster, pero sí es cierto que cada día nos cuesta más elaborar nuestro juego.

Ahora se habla mucho de que el equipo es lento, ¿usted que opina?


Nosotros siempre hemos sido un equipo de tener la pelota y mostrar un ritmo tranquilo. Nunca hemos sido un equipo de ir al ataque, o para arriba, o para abajo, o para el otro lado. Este año quizás nos hemos precipitado en muchos partidos y no hemos dado nuestro nivel, hemos bajado. Pero quizás haya sido debido a esa precipitación y a esas ganas de arreglar la situación lo más rápido posible. Entonces no supimos llevar el ritmo que nos ha hecho grandes. Nos faltó temple.

¿Es natural un año malo después de tantos éxitos?


Hombre... A uno no le gusta que sea natural, pero sí puede entrar dentro de lo lógico. Este equipo lleva más de cinco años jugando al ciento veinte por ciento y siendo de los mejores. La diferencia entre el Depor y otros equipos podía ser un título, pero se ha ganado la Liga, la Copa, la Supercopa y se ha llegado a semifinales de Champions. La diferencia puede haber sido levantar una copa más o menos. Mantener este nivel es muy complicado porque hay grandísimos equipos que no han sido capaces de mantenerlo, como el Bayern o el Barcelona. Es lógico que pueda pasar pero no nos gusta que nos pase. Creo que las evaluaciones hay que hacerlas al final de la temporada. Hay que esperar a ver si nos metemos en Europa.

¿El equipo depende demasiado de Valerón?


Cuando juega Valerón nos determina a jugar de una forma concreta. Para nosotros es una referencia importantísima y todos sabemos de su calidad. Es como Ronaldinho en el Barça o Zidane en el Madrid. Hemos ganado partidos sin él pero cuando él está en el campo, lo lógico es que todos lo busquen porque es una gran estrella, un crack. Yo siempre quiero jugar con él porque siempre aporta algo. A veces nos obcecamos demasiado con él porque sabemos que nos puede arreglar un partido en cualquier momento. Es un placer jugar a su lado y yo siempre quiero que juegue.

¿Usted ha perdido verticalidad?


Eso es muy relativo. En ocasiones, el equipo requiere que uno realice otro tipo de funciones. Depende de cada partido. No es que yo no quiera subir, es que no siempre se puede. A mi me encantaría subir, rematar cien veces por partido y marcar cincuenta goles. No obstante, creo que la verticalidad se puede recuperar en cualquier momento.

¿Ha crecido como futbolista?


Está claro que he madurado muchísimo. Uno pierde esa locura de la juventud, de correr para todos los lados y a veces sin sentido. Y gana en serenidad, en saber posicionarse mucho mejor, en temple, en leer mejor los partidos. Creo que he mejorado muchísimo y he tenido compañeros al lado que me han ayudado a seguir esa progresión.

¿Cómo se sale de esta situación?


Unidos. Juntos. Mirando para adelante. Lo que a uno le da rabia de esta situación es que nos quieren enterrar antes de morir, antes de tiempo. Siempre que haya una pequeña luz de esperanza habrá que ir a por ella. Aún estamos vivos.

Su reflexión podría ser: No nos entierren antes de morir.


Sí. Eso es perfecto. No estamos muertos y vamos a morir con las botas puestas. Y si tenemos que morir, pues moriremos igual. Lo que a uno le da rabia como profesional es tener que leer cada semana que vamos para atrás. Uno de eso se puede aislar, pero el clima general del entorno se pone pesimista. Si todo eso lo tienen que decir, que lo digan cuando acabe la temporada. A veces la bala puede ir hacia otro lado y puede que no te dé. En oportunidades, por ansiedad se dicen o se escriben cosas que van en contra del equipo. Ojalá que, con el apoyo de todos, podamos acabar de la mejor forma posible.