Miguel Llorente, que ayer ya dirigió el entrenamiento del Deportivo ABANCA, compareció ante los medios de comunicación en la sala de prensa de Abegondo.
El técnico deportivista explicó que "el viernes 18 de marzo me viene Ana González y me transmite que quiere dejar el equipo, tema depresión, tema de que no se sentía cómoda... Yo le digo que se tome dos días de descanso porque entiendo que también la situación que estamos viviendo no era la mejor. Son 6 partidos sin ganar y entiendo su postura. Y que el martes hablábamos y me decía que había decidido. Ese mismo martes yo tenía reunión con el Club para ver cómo estaba la situación, a ver si podíamos mejorar algo o en función de resultados, y el club me notifica que Ana González ha decidido dejar el cargo. Ese mismo día llego aquí a Abegondo con mis compañeros y las jugadoras ya tienen una carta que les ha dado Ana González, que yo todavía hoy en día no sé qué ponía porque a mí no me ha pasado nadie, nadie me la ha leído. Por lo tanto yo sé que hay una carta pero no sé qué pone esa en esa carta. Al día siguiente llega un mail al código ético del Club, que entendemos que es muy similar a esa carta. Es un mail anónimo. Entonces a raíz de eso, creo que con sentido común, el Club me aparta porque al final es el protocolo. A partir de ahí se abre una investigación que me dijeron que han sido de 25, 26 personas sobre este tema, preguntándoles actuaciones que se supone que podría haber tenido yo. Esta gente ha ido hablando, ha ido contestando las preguntas que le hacían. Eso es lo que ha pasado. Han pasado 10 días y se ha resuelto que al final yo no he cometido ningún acto irregular, que atenta al código ético ni atenta contra nadie y por lo tanto, he vuelto a entrenar y ayer entrené por primera vez; obviamente volviendo a la normalidad, pensando en el siguiente partido".
Asegura que estuvo siempre "tranquilo porque sabía que he hecho las cosas cómo tenía que hacerlas, pero he considerado oportuno ser paciente, dar tiempo al tiempo hasta que las cosas se aclarasen. Así ha sido y estoy tranquilo y contento".
Quiere dar las gracias "obviamente a mis amigos y a mi gente cercana que ha estado en todo momento pendiente. Sabía que iban a estar, pero en estos momentos está bien saber que están y se lo agradezco. Al Club porque se han comportado muy bien desde el sentido común. No suele pasar en el mundo del fútbol y aquí me ha vuelto a sorprender. A mi staff, Carlos, Miguel, Suso que llegó ahora, y Fran que me he enterado que está en China. Sabían lo que habíamos vivido, sabían quién soy yo, cómo soy y en todo momento me han apoyado, me han escrito, me han ido informando y eso no tiene precio. Encontrar gente honesta, leal y fiel a tu lado no tiene precio".
Intenta transmitir "empatía hacia las jugadoras. Yo entiendo que el día que yo llego al vestuario a ellas les ha leído una carta, vuelvo a repetir que todavía no sé qué pone, pero que les enfada mucho y entiendo perfectamente su situación y su reacción. En mí es una persona en la que confían y tienen cariño o confiaban. Siempre y cuando te llegue una persona diciendo, depende que cosas de mí, pues entiendo que se enfadasen mucho y que su reacción fuese la que fue. Yo posiblemente habría tenido la misma porque te pilla por sorpresa, no te lo esperas y quieras que no entiendo su situación".
El entrenador blanquiazul hace autocrítica: "Soy una persona que me gusta el tema del liderazgo, me gusta entrenar porque me gusta la gente, me gusta gestionar grupos y desde luego hay algo que tengo que mejorar porque si esto pasa en un equipo mío hay algo que yo he estado haciendo mal. Hago autocrítica, le estoy dando vueltas... Si desde el Club me lo permiten tiendo la mano a Ana González para hablar con ella, porque yo lo que quiero es aprender, no quiero otra cosa. No guardo ningún tipo de rencor. Le tiendo la mano porque entiendo que hay algo que he podido hacer mejor. Por lo tanto lo único que quiero es aprender y seguir formándome y seguir siendo cada día mejor entrenador y mejor persona".
Se mostró sorprendido porque "Ana González ha sido una miembro de nuestro staff desde el primer día hasta el último, que nos pilla por sorpresa, porque a nosotros en ningún momento nos dijo su malestar. No nos dijo que se sintiera mal. De hecho todos los jueves íbamos a comer juntos. Nos ha pillado por sorpresa. Obviamente a las jugadoras porque ellas veía la relación que teníamos, me ha pillado por sorpresa a mí y ha pillado por sorpresa a los compañeros. Desconocemos cuáles han sido sus motivos. Tú puedes estar descontento en un ambiente de trabajo, pero el modus operandi no es el que ha procedido o el que ha hecho. Por lo tanto, sorpresa total hacia su comportamiento".
Quiso además hacer una reflexión "para la sociedad o para la gente que sigue los deportes o para quien considere de cómo se puede hacer tanto daño a la persona. Yo he pasado dos semanas muy malas, que ahora me sorprende que pueda estar hablando ahora mismo porque han sido dos semanas complicadas. Sé que he hecho las cosas como tenía que hacerlas. Yo no me merezco esto. No me merezco esto; ni yo ni nadie. Somos gente que invertimos muchas horas, que trabajamos desde el corazón, que trabajamos desde la emoción, desde la pasión y nadie se merece esto".
Miguel Llorente desvela que recibió "mensajes de amenaza de muerte por Instagram, por un mail anónimo donde se me atribuyen cosas que en mi vida he dicho ni hecho. Se me acusa de maltratador psicológico, de acosador laboral, de cosas muy feas y muy duras que la gente que me conoce sabe que ni por asomo me acerco a eso. Me he visto envuelto en titulares en redes sociales de escándalo sexual cuando el Club fue el primero en ratificar que así no era y que tampoco era un tema violento. Quiero hacer una reflexión para todos de mirar un poco para adentro y hacer autocrítica y pensar qué necesidad tenemos de lapidar a una persona que no sabemos exactamente qué es lo que ha hecho. No tenemos ningún tipo de información. No tenemos ningún tipo de pruebas y aún así, intentamos hundirle hasta lo más hondo que se pueda. Todo el mundo tenemos que hacer una reflexión, las redes sociales son para lo que son, pero no puede ser que yo haya escuchado depende qué titulares, que haya escuchado depende qué comentarios y no puede ser que yo reciba mensajes de amenazas de muerte en directo por Instagram".
Concluye que "todos nos equivocamos, todos podemos mejorar. Esto es un aprendizaje, sin duda alguna. Siempre veo el vaso medio lleno y lo sigo viendo. Soy una persona fuerte, soy un superviviente, pero hay que tener cuidado porque no todo el mundo es así y podemos destrozar una vida laboral y lo que más importante, una vida personal, tanto a mí como a mi familia, como mis seres más cercanos".
Finalmente, subrayó que nunca pensó en marcharse: "No puedo plantearme dimitir cuando realmente yo vine aquí con la ilusión intacta, con ganas de subir, con encontrar un equipo como el que tengo".
Y advirtió que, a 4 puntos del liderato, "solo nos queda ganar todo lo que nos viene por delante. Es verdad que si nosotros perdemos, pierde el resto. Si nosotros ganamos, gana el resto. Pero hay enfrentamientos directos de aquí a la última jornada. Entonces podría pasar que nosotras todavía podamos pinchar en algún momento y aún así conseguir el objetivo".
