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El Deportivo golea a la selección de Venezuela por 4 a 1

Mientras en los despachos se seguía hablando del caso “Deportivo-Soriano Aladrén”, la primera plantilla disputó con la selección de Venezuela un partido amistoso en Riazor en el cual golearon por 4 a 1 a los sudamericanos. El partido, al que acudió poco p

Poco público en el partido homenaje al fútbol modesto
EL DEPORTIVO FUE SUPERIOR A LA SELECCIÓN DE VENEZUELA Y SE IMPUSO POR UN CLARO 4 A 1

R.C.DEPORTIVO: Jorge; Óscar, Portela, Antonio, Busto; De Los Santos, José Ramón, Fontana; Hidalgo, Arturo y Bodelón.

VENEZUELA: Carlos Baena; René Torres, Pedro Acosta, Andrés Paz, Pacheco; Caballo, Héctor, Stalín, Febles; Ildemaro y Añor.

Vaya por delante que el público coruñés no respondió a la llamada de la AFAC (Asociación del Fútbol Aficionado Coruñés), que se perdió un partido entretenido y con abundancia de goles, aunque excesiva diferencia en el marcador.

El cuadro venezolano empezó atacando con fuerza y durante la primera parte, su delantero Ildemaro, dispuso de tres claras oportunidades de gol, en los minutos 21, 24 y 36, fallando ante Jorge cuando lo más fácil hubiera sido hacer gol. El mejor juego del conjunto sudamericano se vio en la primera mitad, asentado atrás en la seguridad de Baena y Pedro Acosta, y bien lanzado en el medio campo por Roberto Caballo y Stalín Rivas, que no encontró el debido refrendo en el dúo atacante.

Tras el descanso y, sin duda acusando la intensa actividad de su gira, con siete partidos en 16 días, el cuadro venezolano se vino abajo y el Deportivo impuso su ley, aunque mediando algunos errores de bulto por parte del trío arbitral.

En las filas deportivistas muchas novedades, aunque Arsenio quiso ver en acción a los que van a viajar a Madrid, y a tres chavales del Fabril, entre los que gustó la practicidad de Arturo, con dos goles en su haber, y la movilidad de Manuel y Bodelón. Los titulares se emplearon, en buena parte, a medio gas, pero lo suficiente para mantener el tipo y el resultado, que se nos antoja excesivo teniendo en cuenta las claras ocasiones falladas por Ildemero.