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Álex desea que Badajoz sea "un punto de inflexión" y advierte que "subir el rendimiento individual va a hacer que el colectivo se vuelva a reencontrar"

Álex Bergantiños subrayó esta mañana en la sala de prensa que la situación actual del Dépor "pasa en los equipos hechos para estar arriba, para un objetivo ambicioso de tener que ganar siempre con una exigencia constante; y cuando viene un mal momento parece que se acusa más que en otros sitios".

Confiesa que el partido de Badajoz del pasado sábado "me recordó a lo que nos pasó en Coruxo el año pasado: un partido muy similar, de vernos superados en todo, de ver que no había reacción, que no íbamos a poder sacar nada desde el primer momento, desde encajar el primer gol. Esa sensación la tenemos los que estaban en el campo, los que estábamos fuera. Todos lo sentimos".

Ahora desea que ese choque en el Nuevo Vivero sea un "punto de inflexión. El año pasado sirvió para ganar los siguientes partidos. No nos dio para conseguir el objetivo porque ya la desventaja era muy grande. Ahora considero que todavía estamos a tiempo de conseguir el objetivo del año y tenemos que hacer que sirva".

Desvela que durante estos días "hemos tenido reuniones a todos los niveles para que no sea una derrota más; que sea un vernos y analizarnos, hacer autocrítica sobre todo individual, que es la manera de salir de esta situación. El subir el rendimiento individual va a hacer que el colectivo se vuelva a reencontrar. Si tú ves a ver mejor la versión de tu compañero va a hacer subir la tuya. En eso estamos. Es la manera de salir, de reiniciar: empezar a valorar el rendimiento individual y competitivo de cada uno y a partir de ahí el equipo volverá a crecer porque ya demostró que puede. En cuanto empiecen a salir los rendimientos individuales, el colectivo va a funcionar como lo hizo durante la temporada".

Ve totalmente "lógico" que haya nervios porque "por desgracia estamos en una constante de vaivenes muy exagerados. Venimos de una temporada en la que estás ganando 5 o 6 partidos seguidos. Ahora de repente ganas 1 de los últimos 8. Es difícil de asimilar, es un vaivén importante y es normal que haya nerviosismo, normal que estemos dolidos, nerviosos, preocupados... Venimos de años muy difíciles con golpes muy duros a nivel deportivo aquí en el Club y lógicamente es difícil de manejar".

Eso sí, Álex Bergantiños asegura "que el vestuario, el cuerpo técnico, lo que es el entorno está mucho más tranquilo en el aspecto de que al final solo se pueden sacar estas situaciones con trabajo. Es lo que podemos controlar, es a lo que tenemos que ir, agarrarnos al presente, a nuestra semana de trabajo, a cambiar las cosas que podamos mejorar y agarrarnos a las que hacíamos bien porque es la única manera de ganar el sábado".

Apunta no obstante que ese nerviosismo en el entorno "es parte de la profesión, del deporte, de venir a un equipo con la repercusión que tiene el Deportivo para bien y para mal. Hay que aceptarlo. La gente que está dentro del Club lo sabe y por desgracia está acostumbrado en los últimos años a vivir momentos de este tipo".

Cuenta que el viaje de regreso de Extremadura fue "difícil. Como toda la plantilla que nunca se ha visto en esa situación, te ves bloqueado mentalmente cuando eres superado. Es el partido en el que claramente fuimos superados. En todo el año no nos había pasado nunca a ese nivel y eso hace que entres un poco en shock. La gente estaba muy tocada. Cuando llegan este tipo de situaciones intentas ver porqué has llegado hasta ese punto. Quizás valoras y te das cuenta de cosas que no estabas haciendo bien o que has dejado de darle importancia. De ahí todas esas reuniones porque todo el mundo quiere sumar, aportar y que sea realmente un punto de inflexión para ver lo que estaba fallando, ver porqué se llega a ese tipo de situación que que muchas veces no te vas dando cuenta. Veníamos de una serie de no ganar, pero siempre parecía que eran por detalles, por matices, pero está claro que cuando ya se alarga tanto y acabas en un partido como el de Badajoz es porque estás haciendo más cosas mal que quizás no has prestado la importancia necesaria en lo que estaba fallando".

Opina que no es un problema mental: "Somos una plantilla totalmente nueva, con gente que la mayoría no ha estado nunca con el nivel de exigencia que supone un Dépor y más en la categoría en la que estamos, con la exigencia que tenemos. Todo había ido rodado. Llegas, disfrutas, salen bien las cosas, el equipo se acopla muy bien y entonces cuando dejan de salir bien las cosas quizás es más fácil que te paralices porque es un escenario que no has visto nunca".

Advierte que "estamos intentando que se termine ya ese shock de que no salgan las cosas y volver a reencontrarnos, porque el equipo ha dado muestras en el año de que tiene nivel y capacidad para hacerlo muchísimo mejor. Esto tiene que ser el punto de inflexión, el haberte dado la bofetada más gorda y pararte a pensar que has dejado de hacer o que has dejado de prestar la importancia necesaria a detalles que eran los que hacían que en la primera vuelta tuviéramos una sensación de competir mejor y de ganar los partidos".

El futbolista blanquiazul, uno de los jugadores con más experiencia en el fútbol profesional, tiene "plena confianza de que el equipo lógicamente va a ir a mejor porque ha mostrado que es mucho mejor. La semana ha sido muy positiva. Todas las las charlas que hemos tenido, a nivel de jugadores, de cuerpo técnico, de todos los estamentos del Club, han sido positivas. Los entrenamientos han subido con respecto a las semanas previas que hemos descuidado ciertas cosas. Ese nivel de tensión va a servir para tener una activación mejor y salir muchísimo mejor al partido el sábado", en ABANCA-RIAZOR (19:00 horas) ante la Cultural Leonesa.

Pide manejar bien esto porque "cuando estás sobretensionado, vienes de una mala dinámica, tienes las dos opciones: que empieza a salir todo desde el principio y se vuelve a ver el equipo que hemos sido; o que si en las primeras acciones, a pesar de tu nivel de activación, no eres capaz de imponerte, te vuelvan viejos fantasmas y te bloqueas. Ese es el mayor problema que tenemos para el sábado, el mantener la activación que tenemos aquí, el tener la plena confianza de que es lo que nos ha traído a tener buenos resultados y que podemos recuperarlo y volver a sentirlo en el campo".

Futbolísticamente, achaca la situación a "muchas cosas que se juntan". Es más, indica que "relajamos ciertas cosas o mecanismos que teníamos y son muy importantes, a la hora de defender, de cómo presionar, de conseguir ocasiones a base de coger desordenado al rival. Eso hizo que poco a poco nos volviésemos más frágiles a la hora de conceder alguna transición más. Quizás pasó desapercibido porque no nos llegaban a hacer goles pero fue un proceso paulatino que hizo que ciertas cosas que teníamos muy automatizadas y que valorábamos mucho al principio se descuidaran. Cuando pasa un partido como el de Badajoz te das cuenta y empiezas a ver cosas que hacías bien al principio y ahora le estás dando menos importancia. Es una pena que tenga que venir un golpe tan duro para analizar varias cosas que no se hacían bien".

Así pues, solicita "recordar cómo era el equipo al principio, las cosas que hacía bien, los mecanismos que cogió con una plantilla totalmente nueva, recuperar ciertas señas que teníamos que fuimos descuidando y no dándole el valor que realmente tiene".

A nivel personal, está "preparado porque no todos los equipos consiguen los objetivos. Aquí nos han tocado los últimos años muy duros, con muchos reveses. Hay que estar preparado para el presente. El fútbol es presente, no tiene memoria. No nos esperábamos esta situación, pero hay que estar preparado para sacarla adelante, para sacar el máximo rendimiento posible. En las competiciones se pasa por buenos y malos momentos y todavía estamos a tiempo de conseguir el objetivo. Hay que tener fuerza para ello".

Recalca que en el vestuario de Abegondo, "la gente ha firmado con mucha ilusión, en un equipo grande, un estadio con 20.000 aficionados, cada desplazamiento una fiesta de deportivismo, ganábamos, todo era bonito. Entonces cuando deja de ser tan bonito es más fácil que te bloquees. Cuando viene este tipo de bloqueo a lo que te tienes que agarrar es al juego, al rendimiento individual, a focalizar en tus dos tareas principales que tienes tanto ofensivas como defensivas. Y a partir de que te vayan saliendo bien, volver al rendimiento que tú realmente tienes. Es la manera de salir de ese bloqueo mental en el que estamos individual y colectivamente porque luego va a fluir. Hay jugadores de mucho nivel, con mucha calidad que ahora mismo no están dando su mejor versión. Viene fomentado por eso. Venimos de ganar mucho, parecía que todo era precioso, pero ganar siempre es difícil, los objetivos de ganar en cualquier competición son complicados y es más fácil cuando estás en un equipo con más repercusión, con más urgencias por conseguir el objetivo que ese bloqueo te pueda llegar".

Preguntado por Borja Jiménez, Álex Bergantiños sostiene que "es joven pero tiene muchísima experiencia en la categoría, en equipos con el objetivo de ascender, De hecho, tiene ya objetivos logrados importantes. Está claro que como todos está afectado por lo que nos pasó en Badajoz, porque es un partido en el que no se compitió, en el que en ningún momento tuvimos opciones de sacar nada. Está intentando pues reactivar el que también tengamos nuestra autocrítica individual, que nos veamos, que veamos cosas que hacíamos nosotros mismos y que hemos ido descuidando. Es la manera. Agarrarnos a recuperar dos cosas básicas, con mucha disciplina de cumplirlas, porque es lo que va a permitir que todo lo demás vuelva a salir".

Advierte que el técnico abulense "está plenamente capacitado y con fortaleza porque él desde el principio sabía que podían venir malos momentos, sabía al Club al que venía y el objetivo que teníamos. Eso no ha cambiado y está plenamente capacitado para sacarlo adelante".

Acerca del playoff de ascenso, recuerda que "es parte de la competición. Ahora parece que el primer puesto es imposible. Cuando nosotros llevábamos 6 o 7 puntos al segundo, parecía que nosotros ya estábamos ascendidos. Todavía puede dar vueltas esto, para bien y para mal. Hay que estar preparados. Aquí, precisamente en A Coruña tenemos experiencia con el playoff de Mallorca. Parecía que no íbamos a entrar ni en playoff. Entramos al final. Lo que hubiéramos cambiado por haber ascendido, aunque fuera en ese playoff, Es parte de la competición. Lógicamente, el objetivo tiene que seguir siendo a día de hoy intentar quedar campeones. La competición este año es una liga justa, de 38 partidos y te va a poner la competición en el sitio que hayas merecido. Y si lo que nos da es para para el playoff, hay que afrontarlo como una nueva oportunidad, sabiendo que son partidos de muchísima tensión, de jugarte todo a un partido que tiene esa dosis de fortuna o de lotería que pueda tener el partido único; pero es una oportunidad que no se podría menospreciar ni dejar de valorar porque lo que más importa a todo el mundo es que el Club el año que viene esté en el fútbol profesional".