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El partido "que recuerda todo el mundo", el Centenariazo, cumple hoy 20 años

Tal día como hoy, 6 de marzo, pero del año 2002, se disputó en el Estadio Santiago Bernabéu una final de Copa del Rey entre el Real Madrid CF y el Deportivo que pasó con letras mayúsculas a la historia del fútbol mundial, justo el día en el que el club blanco festejaba su centenario.

Fran y Manuel Pablo, los dos representantes de aquella plantilla que aún permanecen en el Club como Director de #ANOSACANTEIRA y entrenador del Juvenil A respectivamente, rememoraron en ABANCA-RIAZOR, con el trofeo al lado, una jornada que llenó de felicidad a toda A Coruña y al deportivismo de todo el mundo.

Portando el trofeo, Fran y Manuel Pablo volvieron a salir al césped de ABANCA-RIAZOR como el jueves 7 de marzo de 2002, en esa ocasión con las gradas prácticamente llenas de #ANOSAFORZA y después de una larga noche de celebración y de regreso desde Madrid. No hubo tiempo para muchos festejos. Al equipo de Javier Irureta, que peleaba por ganar de nuevo la liga y asegurarse las plazas de Liga de Campeones, le aguardaba el Rayo Vallecano el fin de semana siguiente.

"Menudos recuerdos de ese día", reflexiona Fran ante los medios de comunicación, a pie del césped donde durante tantas temporadas hizo feliz a #ANOSAFORZA. "Fue un día histórico para nosotros. Era un partido único que se da una vez cada 100 años. A nosotros nos ha tocado ese privilegio de estar en esa final. El gran recuerdo que tengo fue cuando voy a recibir la Copa y veías una parte del Estadio Santiago Bernabéu con miles de deportivistas y la otra parte completamente vacía. Una afición por un lado toda eufórica y por otro una muy decepcionada con su equipo".

Apunta el capitán deportivista que "de aquella teníamos un equipazo. Éramos un equipo muy temido, muy respetado y éramos capaces de hacer grandes gestas. Era una ocasión que, a pesar de que daban al Real Madrid con todos los galácticos como gran favorito y tenían todo preparado, fuimos capaces de hacer un partido de los mejores que yo recuerdo como profesional en el Dépor. Nos salió todo perfecto y pudimos hacernos con esa victoria".

Confiesa que en el momento de subir al palco de honor tras el partido, "estás como en una nube. No te lo crees. Vas saludando a todas las autoridades allí.

Y luego cuando las recibes, yo no me lo podía imaginar, y tampoco estás preparado para esa ocasión porque fue algo único, te envuelve todo el ambiente. Estás un poco como en otro lado y la cabeza no la tienes realmente ahí a la hora de recibirla".

A pesar de todo lo que supuso ese partido para el Club, en el que sería su quinto título oficial, Fran se queda con la liga de la temporada 99-2000 "porque es el de mayor dificultad. Nosotros ya habíamos ganado también la Copa del Rey en el 95. Lo que pasa es que esto es algo especial, se dio esa circunstancia pero no hay nada más grande que la Liga, solo seguramente la Champions, pero la liga es algo que nosotros habíamos también sufrido durante muchos años, es esa espina que teníamos ahí clavada muchísimos. Y yo que formé parte de aquel equipo, teníamos que sacarnos eso de encima porque fue muy doloroso. Gracias a Dios tuvimos la oportunidad de ganarla. Pero el Centenariazo es algo que recuerda todo el mundo, vayas donde vayas. Siempre va a haber un recuerdo especial. Es algo increíble que nos haya pasado esto".

El que fue uno de los grandes futbolistas de la historia del fútbol gallego subraya que en la época de esa final de Copa del año 2002, "veníamos de hacer partidazos increíbles. La época de marzo, yo no sé si por la preparación física o por lo que sea, estábamos en un momento, en todos los sentidos, realmente muy bien. Después del confinamiento vi otra vez el partido, vi muchos partidos del Dépor, y la verdad que fue un partidazo en todos los sentidos: cómo entramos al campo, cómo estábamos enchufados, el fútbol que teníamos, cómo supimos jugar al Real Madrid... Y después lo más difícil fue esa segunda parte donde a pesar de todo ese empuje que ellos han tenido, hemos sido un equipo también muy sólido defendiendo ese resultado. No es fácil ir al Bernabéu. Yo allí he jugado muchos años y me acuerdo solo la Supercopa que he ganado, luego otro partido y este. Gané en tres ocasiones. Para que nos demos cuenta que hay campos que no digo que sean imposibles, pero donde es muy complicado ganar. Lo que pasa es que se dio. Estuvimos también mentalmente muy bien preparados para este partido, supimos jugarlo muy bien y al final fue una victoria más que merecida. Por eso yo siempre digo, y muchos jugadores también coincidimos, que seguramente fue el mejor partido de la historia del Dépor o está entre los tres mejores partidos que ha hecho el Dépor en toda su historia, por lo menos en la que me ha tocado vivir a mí".

Recuerda Fran que a comienzos de su carrera en el Fabril, "casi todos eran de dos equipos, seguramente también porque eran los únicos partidos que televisaban antiguamente. Con el resurgir del Superdépor, la culminación con el campeonato de Liga y también con el Centenariazo hizo que fuese mucho más fácil ser forofo del Dépor. Todavía hoy muchísima gente ya de una edad recuerda eso creo siempre con mucho cariño".

"Hemos sido unos auténticos privilegiados de poder haber estado ahí dentro del campo, y disfrutarlo de una manera única", concluyó.

Por su parte, Manuel Pablo, que estaba recuperándose aquella temporada de una grave lesión, recuerda que el Centenariazo "lo viví casi con la afición, más en el medio. Fue espectacular. Hay sobre todo dos sonidos: #ANOSAFORZA se hace con el estadio al principio y desde el primer minuto está cantando, solo se les oye; y el segundo sonido cuando metemos el gol, que se oye un estruendo que parecía que venía un zafarrancho de combate".

Toda la expedición blanquiazul también guarda en la memoria el espectacular recibimiento de #ANOSAFORZA al autocar del equipo al girar en la madrileña calle Padre Damián camino del acceso al estadio, calle totalmente repleta de aficionados y banderas blanquiazules.

Coincide con Fran al afirmar que "estábamos en una época donde competimos de tú a tú contra los equipos grandes, confiando en lo que hacíamos y salimos convencidos de que podíamos hacerlo. A pesar de toda la presión que puede suponer el Bernabéu, estuvimos siempre muy enteros desde el principio en el partido. Incluso en ese momento que a lo mejor ellos podían apretar, nunca nos echamos atrás. Hicimos un partido muy completo a todos los niveles".

Desvela que "me sorprendió todo: la capacidad que tuvimos para estar tranquilos durante todo el partido, el convencimiento de que estábamos preparados para la ocasión. Demostramos que estábamos en una línea muy buena y que podíamos aspirar a cosas importantes como ganar una Copa del Rey en el Estadio de un gran rival y con toda la fiesta que había preparada".

Veinte años después, Borja Jiménez, actual entrenador del Dépor, deseó que "algún año podamos hacer historia de la forma que sea con el Club. Devolviéndolo al fútbol profesional daríamos un paso importante para esa estabilidad que se necesita. Sería uno de mis sueños poder estar aquí y formar parte de la historia".

Cuenta que ese 6 de marzo de 2002, con apenas 16 años, "no estoy seguro cien por cien pero creo que lo vi con mi padre en casa. Mi hermano todavía era muy pequeñito, yo también era bastante joven, pero mi padre desde el primer momento siempre nos inculcó, ya no solo con el fútbol sino con cualquier deporte, esa necesidad de tener ambición, de querer ser ambicioso en la vida, de tener metas. Lo vi con él y lo pasamos bastante bien".