"A las 22.30 horas del 30 de diciembre Augusto César Lendoiro, presidente del Deportivo desde hace 18 años, aún está en la sede del Club en la Plaza de Pontevedra. Continúa sin someterse a la esclavitud del teléfono móvil y cuando un periodista lo quiere localizar no tiene más que llamarlo al club a altas horas de la madrugada. Acostumbra a coger él las llamadas, aunque también es probable que falsee la voz para decir que el presidente no está. "Sí ha pasado unas cuantas veces lo del teléfono", reconoce mientras se le escapa una carcajada.
Durante una hora de conversación sólo se ríe un par de veces más. La situación para él y para el Depor no pinta demasiado bien. Después de ganar una Liga, dos copas del Rey, tres supercopas y de ser uno de los equipos habituales en la Liga de Campeones (llegó a semifinales hace dos años) Lendoiro, el hombre que cantó "Barça, Madrid ya estamos aquí" el día que consiguió el ascenso a Primera, en junio de 1991, pasa por uno de sus peores momentos.
El Depor lleva nueve partidos sin conocer la victoria, está a cuatro puntos de los puestos de descenso, y en la Asamblea celebrada el pasado día 27, el presidente escuchó como algunos accionistas le insultaban por primera vez, además de cuestionar abiertamente las cuentas, que al final fueron aprobadas, y su modelo de gestión.
Pregunta. Dicen que se va.
Respuesta. Desde luego que por mi gusto no. No sé si llegadas otras circunstancias podrían influir en la decisión, pero no tengo pensado marcharme en absoluto.
P. Ha anunciado que modificará los Estatutos para que los accionistas puedan adquirir más del 1% del capital social del club. ¿No quiere decir algo?
R. No es significativo. Viene derivado de que hemos intentado conseguir entre todos una ampliación de capital de 60 millones pero no fue posible, quizá, porque los resultados no ayudaron demasiado. Y si no lo hicimos entre todos, pues lo tendrá que hacer uno solo o un grupo fuerte. Ojalá sean coruñeses, gallegos o españoles. En cualquier caso, el club necesita ingresos que la propia ciudad no le está dando.
P. ¿Seguiría Lendoiro de presidente?
R. Podría ser o puede que el propietario ponga otro presidente o lo sea él mismo.
P. ¿Qué le queda de estos 18 años?
R. Pues que llegamos con muchísimas dificultades y ahora estamos, quizá, en el momento más difícil de los últimos tiempos. Fuimos una vez campeones, cuatro veces subcampeones y cuatro veces terceros de la Liga. Hemos ganado dos copas del Rey, tres supercopas y disputado una semifinal de la Champions. Queda la creación de la Ciudad Deportiva, la adquisición del Playa Club, generamos empresas como la Deportienda, la Deporclínica... Hay momentos muy agradables y también momentos tristes.
P. ¿Se refiere a la pasada Asamblea, a los insultos que escuchó?
R. Lo que pasa es que el mundo del fútbol es así. Es curioso, ganamos por el 90% todas las votaciones y parece que el 10% es el que ha salido triunfado
R. Es una circunstancia de una mayoría silenciosa contra una minoría que fue demasiado agria, demasiado hiriente y dura. Parecía que valía todo.
P. ¿Le merece la pena continuar en el cargo?
R. Lo que sí piensas es que cuando las cosas van mal el culpable es el presidente y cuando van bien los merecedores de los éxitos son otros estamentos del club. Me parece injusto que no se reflexione sobre las razones por las que se ha llegado tan alto y ahora estemos peleando por la renovación de la plantilla y por un proyecto nuevo.
P. ¿Es cierto que en el Depor sólo hay tres directivos: Augusto, César y Lendoiro?
R. Y otros seis más. Las grandes decisiones las hemos tomado siempre por unanimidad.
P. ¿Augusto, César y Lendoiro?
R. (Se ríe). No, no, todos. Y en ocasiones partiendo de posturas diferenciadas.
P. En la Junta ha reconocido que cometió errores. ¿Cuáles han sido?
R. El mayor error fue tratar de hacer felices a millones de deportivistas y de gallegos. Creí en las promesas que me hicieron en su momento desde el punto de vista económico y que luego no se han cumplido. Hemos tenido unos equipos, que si no llega a ser por los altos riesgos, no podrían estar en los niveles que comenté antes. Somos muy triunfalistas en los momentos de éxito y excesivamente pesimistas en los momentos de dificultades.
P. Algunos accionistas aseguraron que las cuentas no son claras. ¿Teme consecuencias penales?
R. No. En las dificultades económicas que se están produciendo en todas los clubes, las instituciones públicas y no tan públicas están colaborando de una forma decisiva porque se sabe que el fútbol no es un negocio rentable de por sí. Nosotros, en cambio, lo hemos hecho a pelo.
P. ¿Por qué esas instituciones no ayudan al Depor? ¿No será que no confían en su modelo de gestión?
R. No lo han querido hacer nunca posiblemente por envidias. Está claro que no es casualidad. Es una cuestión que está dirigida.
P. ¿Se siente sólo?
R. No. Me siento solo desde el punto de vista económico. Por ejemplo, un medio de comunicación coruñés está tratando de hacer todo lo posible para ahogarnos en ese sentido. Pero en todo lo demás estoy perfectamente arropado hasta por la gente que te encuentras por la calle
P. ¿Sigue yendo al estadio caminando?
R. Sí, desde siempre.
P. ¿Seguirá dando la cara?
R. Sí. Es una manera de estar ahí.
P. ¿Por qué continúa sin desvelar quiénes son los que le adeudan al Deportivo 117,3 millones de euros?
R. Pues porque mucha de esa deuda no está vencida y no puedes decir que te deban, al igual que tú no reconoces aquello que tampoco ha vencido.
P. Sí Reconoce una deuda de 146,23 millones de euros. ¿No es demasiado?
R. La gente se imagina que los debes ya, cuando es a pagar en el periodo de tiempo que se ha planteado. Muchas de esas cosas vienen derivadas, por ejemplo, de hacer una Ciudad Deportiva, que es para toda la vida y está totalmente pagada. Eso también vale para el Playa Club, una instalación hostelera de 3.000 metros cuadrados a ocho metros del arenal de Riazor.
P. Ha pasado de ser considerado un grandísimo gestor a estar cuestionado.
R. Eso en el fútbol es ley de vida. Y puede ser que vuelva a estar otra vez arriba de todo. Lo que nadie te va a quitar es lo que hiciste. La historia hablará de los títulos y se consiguieron en contra de todos los estamentos oficiales de la ciudad.
P. Insisto, ¿a qué se debe esto?
R. En el inicio había una razón política porque Francisco Vázquez era el candidato del PSOE y yo el del PP. Se generaron unos enfrentamientos fuertes y no hubo diálogo porque no lo quería él.
P. ¿Por qué ninguna figura del Depor salió por la puerta grande?
R. No soy partidario de que haya homenajes individuales porque me parecen muy injustos.
P. ¿Por qué ha dejado salir gratis a futbolistas como Munitis o Scaloni?
R. En unos casos por unas razones y en otros por otras. En el caso de Scaloni es una razón técnica, que tenemos que asumir.
P. ¿Nunca ha hecho una alineación?
R. Nunca. Bueno, sí cuando fundé el Ural a los quince años. Era presidente, entrenador y encargado de material.
P. ¿Qué futuro le augura al Depor?
R. Muy bueno. Estamos en un momento de tránsito. Cuando las cosas iban fenomenal avisamos de que llegarían momentos de apuro. Son jugadores jóvenes. Además, tuvimos las lesiones gravísimas de Andrade y de Valerón, al que se unió Bodipo. Son circunstancias que se producen.
P. Su primer proyecto fue con descartes de otros equipos, en el segundo tira de chequera para fichar figuras y en este tercero apuesta por chavales. ¿De quién fue la ideal del "Baby System"?
R. El proyecto fue idea tanto nuestra como de Caparrós. Buscamos un entrenador que apostase por la cantera y comenzó fenomenal. Ahora se nos ha torcido un poco, pero estoy convencido de que enderezaremos el rumbo.
P. ¿Teme el descenso?
R. No. Ni me lo planteo.
P. ¿Desaparecería el club si se produjese?
R. Es que no me lo planteo.
P. ¿Sigue confiando en Caparrós pese a los bandazos en las alineaciones?
R. Hasta tal punto que el año pasado lo renovamos por dos temporadas, cuando en el Deportivo era algo que no se estilaba. Sabíamos que era un proyecto que no podía ser a un año.
P. ¿Ve posible un Deportivo sin Lendoiro?
R. Claro que lo concibo y eso tiene que ocurrir pronto. Nada dura toda la vida.
P. Pero antes decía que no piensa irse.
R. Yo no quiero dimitir, pero tampoco me planteo cuestiones de futuro. Estamos trabajando en la próxima temporada.
P. Entonces, ¿hasta cuándo piensa quedarse?
R. Aunque sea una frase hecha, depende mucho del balón.
P. Se está constituyendo una plataforma para reunir el 5% de las acciones y solicitar una auditoría. ¿Qué piensa?
R. Cada uno es muy libre de hacer lo que estime oportuno.
P. ¿Volverá a la política?
R. No lo creo, pero tampoco lo descarto.
P. Tiene a tres hijos a sueldo en el club, ¿no es nepotismo?
R. En realidad están dos, porque la chica está a comisión si consigue publicidad. Estamos muy orgullosos de cómo funcionan las empresas en las que están ellos. Al que dirige el Playa Club, si no fuera mi hijo, le daría un 10 y, como es mi hijo también le doy un 10.
P. Usted cobra el 1% del presupuesto desde la temporada 99/00.
R. Sí, pero voy a medias con Hacienda. Me hice profesional a petición de las peñas para que dejase la política. Pero llevaba en el club desde el año 88 sin cobrar nada.
P. ¿Puede decir: "No he robado nada en el Deportivo"?
R. Pero a gritos.


