El Racing gana en Riazor al aprovechar su único remate a portería
"Todo el mundo coincidiremos en la visión del partido", afirmó Marcelino en rueda de prensa tras el encuentro entre el Deportivo y el Racing. Para el técnico cántabro, Toño, su portero, "fue el mejor jugad
Lotina no sorprendió con la alineación y salió el mismo once inicial que
logró los tres puntos en Murcia el pasado domingo. El Deportivo saltó al terreno de juego pensando en jugar la pelota y por momentos dejó ráfagas de buen juego. Nada más comenzar, Guardado estuvo a punto de dar la sorpresa, pero tras una serie de regates en la frontal, el mexicano se entretuvo demasiado y acabó chutando sin opciones de marcar.
La mejor ocasión del primer tiempo fue para Verdú, que recoge una
prolongación de Xisco tras un balón aéreo y su chut a la escuadra lo saca Toño en una bonita parada. Poco después, Cristian se interna con peligro por la banda derecha y su centro chut, al que optaba Xisco, lo saca Toño a córner. Poco después, gran jugada de Filipe desde la izquierda. Combina con Guardado y sortea a diferentes rivales. Su disparo, en la frontal del área, se marcha desviado. Eran los mejores momentos del Deportivo frente a un Racing más centrado en defender.
Por dos veces se acercó el equipo cántabro con peligro. Un control que falló Tchité al borde del área en el único despiste de la zaga deportivista. El ariete santanderino no llegó a controlar la pelota que le hubiese dejado sólo ante Aouate. Minutos después, un chut lejano de Munitis que se fue desviado. Al final de los primeros 45 minutos donde el Deportivo se impuso a los
puntos. Mejor en juego, dominio y ocasiones de gol.
Tras el descanso, vendaval deportivista. Coloccini, de cabeza alto por poco; Xisco, sólo ante Toño; Verdú, Bodipo, Cristian" el Deportivo encadena infinidad de ocasiones para golear al Racing. Y el que perdona, en fútbol, acaba pagando. Tchité sí enchufó el único remate a portería que tuvo el equipo cántabro en todo el partido. El final deparó además la expulsión de Filipe por encararse con un rival en la última acción de un choque triste por el resultado pero esperanzador por el buen fútbol exhibido por el Deportivo.
