Hoy en Depor Sport...<br>El Deportivo decide adelantar el homenaje al Superdépor
El DeporSport, recoge en la edición de hoy un amplio informe sobre el homenaje al Superdépor, que acordó a ultima hora de ayer el Consejo de Administración del Real Club Deportivo de La Coruña. A la vista de las numerosas peticiones que han llegad
Diez años después de que el Superdépor ganara el primer título oficial en la historia del club, la Copa del Rey de 1995, los artífices de aquella hazaña serán homenajeados al final de esta campaña. Jugadores, cuerpo técnico, servicios médicos... Todos. El club pretende extender el reconocimiento a aquellos que, en mayor o menor medida, colaboraron a construir un Deportivo más grande.
Los dirigentes deportivistas aprovechan el adiós de los últimos dos representantes de aquel Superdépor, Fran y Mauro, para homenajear a todos los integrantes de aquel equipo que, aun siendo humilde, logró atentar contra la hegemonía de Madrid y Barça y, de paso, sentó las bases para que el Deportivo se convirtiera en lo que actualmente es, un grande del fútbol español y europeo.
El club coruñés nunca ha sido partidario de realizar homenajes a título particular. Por eso, esta fiesta de culto al Superdépor es concebida como una forma de agradecer, a todos por igual, la entrega de los que integraron un equipo que llegó a ser querido por toda España.
Después de lograr el ansiado ascenso en la temporada 1990-91, al año siguiente el Deportivo consiguió la permanencia después de superar al Betis en la promoción. Era el comienzo de una gran era. Apenas unos meses después de jugarse la continuidad en la máxima categoría ante el rival de mañana, el Depor comenzó a instalarse en la zona alta de la tabla. Venía desde abajo y por eso despertó las simpatías de aficionados e incluso rivales.
Tras liderar la Liga 1992-93 durante muchas jornadas, el equipo de Arsenio terminó el campeonato en un meritorio tercer puesto. Algunos hablaron entonces de moda pasajera y defendieron la tesis de que aquella escuadra no tardaría prácticamente nada en volver a ser un equipo segundón. El tiempo les quitó la razón. Dos subcampeonatos en las dos campañas siguientes no hicieron justicia a la hegemonía que los coruñeses ejercieron sobre sus rivales. En la retina de todos los seguidores quedó grabado el episodio del fatídico penalti errado por Miroslav Djukic el 14 de mayo de 1994.
Al año siguiente, el título de Copa del Rey cubrió al menos en parte el vacío que había dejado aquella decepción sin precedentes. El Dépor ganaba al Valencia en el Bernabéu y conseguía el primer título oficial en la historia del club. El homenaje que prepara la entidad blanquiazul irá dirigido a los protagonistas de aquella gesta, pero también a todos aquellos que, a principios de los años 90, defendieron el escudo del Deportivo dentro o fuera del campo.
Liaño, Voro, Djukic, Ribera, López Rekarte, Donato, Nando, Manjarín, Fran, Aldana y Bebeto fueron los titulares en aquella final de la Copa del Rey. También jugaron Alfredo, el autor del gol de la victoria, y Claudio. En el banquillo: Canales, Villarroya, José Ramón y Julio Salinas. También formaban parte de aquel plantel Elduayen, Paco y el lesionado Mauro Silva.
Aquella escuadra dirigida por Arsenio Iglesias y Carlos Ballesta hizo de la fortaleza como bloque su principal virtud. Era un equipo con mayúsculas y su unión dentro y fuera del campo posibilitó que compitiera de igual a igual con los clubes más poderosos de España.
Una ciudad pequeña como A Coruña comenzaba a pasear el nombre de Galicia no sólo por toda España, sino por toda Europa. El estreno continental contra el Aalborg danés marcó un punto de inflexión en la trayectoria de un club que, una década después, acabaría acariciando toda una final de la Liga de Campeones y convirtiéndose en uno de los habituales en la máxima competición continental.
El homenaje servirá para volver a reunir en Riazor a un grupo humano que ya se ha ganado un lugar de honor en la historia del Real Club Deportivo. Lo de menos es que aquel equipo ganara una Copa del Rey (la Supercopa llegaría ya con Toshack). Lo realmente importante es que aquel Superdepor marcó una época y se ganó el cariño de los aficionados a base de trabajo, corazón y humildad. Tres claves que han sido la tónica dominante del primer equipo coruñés en los últimos años.
