Hoy en Depor Sport...<br>Jose Ramón habla del primer título del Deportivo

Sin embargo, allí estaba usted, recogiendo la Copa de manos del Rey. Vaya momento.
Fue muy especial. Además, coincidía que me marchaba. Es un recuerdo inolvidable. Luego se vio que el Depor estaba en el buen camino. Ahora el equipo es un grande por méritos propios.

Hacía falta aquel título, ¿no cree?
El hecho de haber ganado aquella Copa tuvo mucha repercusión. Coincidió con que el Depor estaba creciendo y la verdad es que fue un hito histórico, pero el tiempo no le está dando la importancia que tuvo en su día.

¿Por qué?
El Depor ha crecido muchísimo y, además, hoy la Copa está un poco más devaluada. No tiene la repercusión de una Liga. Como aquella que se escapó de las manos ante el Valencia. Perderla en el último minuto y de penalti fue algo muy duro.

¿La Copa curó la herida?
Ganar un título al año siguiente calmó un poco los ánimos. Vino a ocupar un hueco que estaba vacío para muchos jugadores y para la afición. La gente quería revancha.

Por el rival y porque estaba tan reciente el episodio de Djukic, ¿se sentían obligados a ganar aquella final?
Aquel equipo nunca estuvo presionado ni obligado a nada. Al contrario, no tenía nada que perder porque nunca había ganado nada. Hoy es distinto. Actualmente, la exigencia es mucho mayor.

Entonces el Depor era un recién ascendido. ¿Cómo explica que en tan poco tiempo pasara a tutear a los más grandes?
Hay muchos factores. Coincidió un buen equipo, con buenos jugadores. Además, el Barça y sobre todo el Madrid, no estuvieron a la altura de otros años. Lo bueno es que nunca tuvimos presión, y eso al equipo también le valió para estar arriba.

Pero un solo título con Arsenio, ¿no es un balance pobre para la hegemonía que aquel Superdepor ejerció durante varios años?
Al equipo se le echa un poco en cara que no haya tenido más éxito en aquella etapa. A pesar de ser un conjunto humilde en esa época, fue un poco segundón.

Pero acarició la Liga varias veces. Siempre hemos estado ahí, pero echando la vista atrás, se echa en falta algún título más. Aquella Liga que perdimos pudo haber cubierto ese hueco.
Sinceramente, nos faltó un título más.

Aquel equipo no estaba acostumbrado a estar en lo más alto. ¿Fue ese el problema?
Puede ser. De hecho, en la plantilla había muy pocos jugadores con títulos importantes. Hubo mucha gente que fue madurando con el equipo. Mi hermano, por ejemplo, maduró muchísimo. No como futbolista, pero sí por la forma de ver las cosas, la veteranía, su sitio en el equipo...

El Superdepor caía simpático.
Sí. De hecho, en todos los campos nos recibían con aprecio. Caíamos bien a todo el mundo. Además, veníamos de abajo. Éramos un equipo humilde y trabajador. Nos tenían simpatía.

La unión en el vestuario era total.
Ésa era la clave del éxito. Había un gran grupo humano y cada uno sabía cuál era su labor.

Y estaba Arsenio para poner orden.
El entrenador es una pieza muy importante pero los jugadores son los que ganan y pierden los partidos.

Hoy, las cosas son distintas.
Sin duda. El equipo es más profesional. Antes había grupos mucho más sólidos, porque coincidías con ocho o diez jugadores durante muchos años. Yo creo que hoy hay mejores futbolistas y más equipo. Por eso la gente se pregunta quién ganaría hoy si se enfrentase el Depor actual con aquel Superdepor.

¿Y quién cree usted que vencería?
Yo pienso que como el equipo que ganó la Liga en el año 2000, por mucho que se siga creciendo, no volverá a haber otro.

¿Aquella época de esplendor sentó las bases para los éxitos actuales?
No. Yo creo que el Dépor estaba destinado a esto. Sinceramente, aquello tuvo muchísimo mérito, pero se pudieron conseguir cosas más importantes.

Aún lleva clavada una espina...
Pero no sólo por lo que pasó entonces. Dentro de muchos años habrá gente que podrá decir que fue una pena no haber logrado más títulos, porque el equipo siempre estuvo a las puertas de conseguir grandes metas. Aquel penalti de Djukic, la semifinal de Champions contra el Oporto, alguna otra Copa que estuvo a tiro... Creo que al Deportivo siempre le faltó un pelín para haber logrado más títulos.

¿Qué le parece la trayectoria en esta temporada?
Sobre todo hay irregularidad. En Riazor antes se ganaban los partidos con cierta facilidad, y donde se fallaba era fuera. Ahora es al revés. No se pueden perder tantos puntos en casa.

Siempre han dicho que usted prometía más que Fran.
Lo que pasa es que como siempre he sido el mayor y fui el primero que subió de categoría, la gente solía decir eso. Mi hermano siempre tuvo más cualidades, pero tardó en despegar como futbolista. Debido a su fuerza y a su carácter, siempre le ha costado mucho más adaptarse al equipo, al vestuario y a la categoría. Pero, desde luego, la clase se ve.

¿Recuerda aquel golazo que le hizo al Levante a finales de los 80?
Fue un bonito gol. Creó que controlé el balón con varias partes del cuerpo, primero con el pecho, luego con la rodilla... Me di la vuelta y disparé.

¿Qué hace ahora José Ramón?
El vago (risas). El fútbol me encanta y veo muchos partidos. Saqué el carnet de técnico nacional y espero entrenar, no sé a quién ni en qué categoría, pero me gustaría seguir vinculado al fútbol.

¿En el Dépor?
No pienso ni en el Dépor ni en otro equipo, pero si es en el club, estaría encantado.