Hoy en Depor Sport...<br>Scaloni: "Aún se puede remontar"

¿La Champions se alejó mucho?
No. Creo que alcanzar la Champions aún es posible. Y no creo que sea necesario hacer pleno para conseguirlo. Ahora mismo me veo con posibilidades, y cuando falten dos o tres jornadas también las tendremos. No es bueno hacer quinielas porque nos puede pasar como ante el Barcelona: jugar bien y perder. Me parece que van a ser fundamentales los partidos contra el Atlético de Madrid, el Sevilla y el Villarreal. Son nuestros rivales directos. Además, también ellos se tienen que enfrentar entre sí. El objetivo del club es estar entre los cuatro primeros. Y es obvio que si seguimos en esta línea de juego, se puede conseguir.

¿Ahora son más vulnerables?
Lo que logramos es impresionante porque no podemos pelear de igual a igual con los grandes. Desde la temporada 1999-2000 hasta la pasada campaña, los rivales nos tenían mucho respeto. No digo que ahora no nos lo tengan, pero quizás nos vean más vulnerables que antes. Es algo normal. En todos estos años el equipo demostró que era uno de los grandes de Europa. Tal vez nos faltó la puntilla de haber ganado algo más.

De seguir aquí, será usted el capitán del Centenario.
No he pensado ni me planteo esa posibilidad todavía. Ahora mismo tengo por encima a dos instituciones dentro del club y no quiero faltarles al respeto. Ya se verá si soy el próximo capitán, porque puede venir otro entrenador que diga que no. Es verdad que en España el capitán es el más antiguo del equipo, pero no es algo que me preocupe demasiado.

¿Espera terminar su carrera en el Deportivo?
Lo pensaría y no habría problema, aunque habría que ver cuál es la oferta de renovación. Uno tiene que pensar lo bueno y lo malo. En este caso malo no habría nada. Pero habría que escuchar otras cosas que puedan interesar. De momento, no hay nada. Aún me quedan dos años más de contrato.

¿Y viviría aquí cuando se retire?
Vivir no, aunque no descarto nada. Mi idea es vivir en Argentina y regresar a A Coruña, que es mi segunda casa. Tengo 26 años y llevo casi ocho aquí, y aunque hablemos el mismo idioma y Galicia siempre reciba muy bien a los argentinos, somos diferentes en muchos aspectos.

¿Cómo comenzó a jugar al fútbol?
Empecé con mi viejo, que era mi entrenador, a los cuatro años. A mi familia le encanta el fútbol. Con mi hermano iba a todos lados juntos. Nos criamos con una pelota. Es lo único que sabemos hacer, más allá de trabajar la tierra.

¿Y juntos han llegado al Depor?
Sí. Hemos tenido la suerte de que el Deportivo aceptara que los dos viniéramos para aquí, y le estamos eternamente agradecidos. Hemos pasado en A Coruña unos años maravillosos y, aunque nunca nos lo hemos planteado, no sé si habrá llegado el momento de separarnos. Para mí ha sido fundamental la compañía de mi hermano durante todo este tiempo. De haber venido solo hubiera aguantado, pero habría sido distinto porque no sería tan feliz.

¿La garantía de su éxito ha sido echarle mucho pichón?
No lo sé. Creo que la garantía es tratar de ponerle muchas ganas e ir a todos los balones a muerte. Sólo con eso, me ha bastado para ganarme un respeto en el fútbol europeo y sudamericano. Un respeto que creo merecerme.

¿El jugador argentino tiene un valor agregado que lo hace triunfar en Europa?
Está acostumbrado a mamar los problemas desde abajo, a trabajar y hacer sacrificios para jugar al fútbol, a cagarse de frío, a no tener dinero... Es mucho más sufrido. Aunque le manden a jugar a Ucrania, va, y le parece muy normal. Para un europeo salir de Europa es muy jodido. Nosotros nos adaptamos mejor a cualquier situación porque hemos sido muy sufridos y porque nos encanta el fútbol.

Ahora se va a jugar con su país ¿qué significa eso para usted?
Un halago. Tanto yo, como Duscher y Coloccini tenemos la confianza del entrenador. Lo importante es que en junio de 2006 estemos en la lista de convocados para el Mundial. Y si uno no está, que no sea por no haberlo intentado hasta el final. Tenemos la posibilidad de demostrar que podemos estar en esa lista.