En el acto, celebrado en el Playa Club y cargado de emotividad, el presidente del Deportivo, Augusto César Lendoiro comentó “gracias a vosotros hoy podemos disfrutar de lo que tenemos. Por supuesto que merecéis este homenaje”.
Enrique Carreira Mosquera, en nombre de todos los homenajeados, agradeció en primer lugar al Deportivo por el gesto de cariño que tiene hacia sus socios más fieles. Elogió lo vivido por el deportivismo en estos últimos diez años y le dedicó la insignia de oro a su padre, "ya nonagenario, pero sin él, que era el que pagaba mi carnet cuándo yo tenía ocho años, no habría llegado hasta aquí". Por fin, Enrique Carreira, ex-edil del Ayuntamiento de La Coruña, quiso "abrir una vía de negociación. Ubicar en el nuevo Estadio de Riazor en los muelles de San Diego, una zona que con la construcción del puerto exterior va a quedar libre; a cambio de los terrenos que ahora mismo ocupa el actual estadio deportivista enfrente de la Playa de Riazor". Para Enrique Carreira, el estadio "tiene que ser la locomotora que arrastre el proyecto deportivo". Por último, pidió Enrique Carreira, socio número 128, que las instituciones apoyen al Deportivo. "Hoy en día tú nombras La Coruña en Dublín y rápidamente la relacionan con el Deportivo. Y eso es muy importante".
Por fin, Augusto César Lendoiro, dio la enhorabuena a los socios de oro, por "haberse mantenido tantos años, y en momentos tan difíciles al lado del club". Recordó que para el Deportivo, sus socios "son una parte fundamental, aunque en realidad aporten únicamente el diez por ciento del presupuesto total del club. Por eso tenemos que seguir buscando dinero debajo de las piedras para que esto continúe".
