Entrevista a Javier Irureta e hijo

El día 17 de octubre, el Deportivo de La Coruña logró una victoria magnífica en Old Trafford enfrentándose cara a cara con el Manchester United armado de jugadores de lujo. El mayor motivo por el que el de Irureta superó al conjunto inglés, tanto en el aspecto ofensivo como defensivo, fue el gran equilibrio entre ataque y defensa. Fue un encuentro en el que se vislumbró la esencia del fútbol con una excelente e inmejorable táctica.

Quería entrevistar a Irureta, quien hizo realidad un ideal del fútbol. Ocho días después de su hazaña, el técnico me concedió cita al término del entrenamiento de la tarde. Un Javier Irureta, que se presentó ante nosotros con un aire peculiar de Woody Allen encarnando un profesor de educación física y llevando un cuaderno grueso bajo el brazo, se mostró muy dispuesto: “ A ver, me suena haberte visto últimamente en alguna rueda de prensa. Vamos a ver. Ha sido en el partido contra el Manchester en Old Trafford”.

-Entrevistador: Efectivamente. Como un forofo del fútbol no me podía perder aquel encuentro (con la victoria del Dépor por dos goles a tres). Me alegra realmente haberlo visto. Ante todo, le felicito por esta victoria tan impresionante con remontada incluida y su pase a la segunda fase de la Champions.
-Javier Irureta: Tanto en casa como fuera, los partidos que jugamos contra el Manchester que jugamos rozamos la perfección. Fuimos capaces de crear muchas ocasiones de gol incluso en Old Trafford, donde se consideraba difícil conseguir una victoria. Lo más emocionante fue el encuentro en Riazor en el que logramos igualar y vencer al Manchester en los últimos minutos. En cambio, jugamos mejor en Old Trafford, donde conseguimos mantener el equilibrio del partido perfecto.

-E: Con respecto al partido de Riazor, ¿usted no pensó que su equipo perdería viendo como iba el encuentro?
-J.I.: Al marcar el gol Scholes cuando menos se esperaba, sí que pensé que ese día no nos saldrían bien las cosas. Si embargo, me pareció que el Manchester retrasaba su posición un poco en la segunda parte, lo cual me dio esperanzas de hacer algo todavía. Por eso, saqué al delantero Pandiani en el segundo cambio. En cuanto saltó al terreno, marcó un tanto, lo cual llevó al rival a una especie de estado de shock. A partir de ahí, Naybet marcó el gol definitivo.

-E: Fue totalmente acertado este cambio, ¿verdad?
-J.I.: Te fijaste en todo eh?. El hecho de haber podido mantener un equilibrio de conjunto en todo el terreno después del cambio, que es una de nuestras ventajas, nos favoreció decisivamente. Esta temporada, disponemos de dos jugadores para cada posición. De hecho, hemos hecho fichajes desde ese punto de vista. Para complementar a Emerson, fichamos a Sergio del Espanyol y con el fin de reforzar la posición de Donato, contratamos a Djorovic del Celta, para la de Fran nos hemos hecho con el servicio de Amavisca del Racing y para la de Manuel Pablo, de Héctor del Sevilla. De esta forma, hemos podido reunir a una serie de jugadores buenos, aunque no son de renombre. Los jugadores quieren salir en todos los partidos. Ya que yo también era futbolista profesional antes, les entiendo perfectamente. Sin embargo, siendo realista es muy difícil, puesto que hay demasiados partidos. Cuando se celebran partidos a un ritmo de un partido cada tres días, resulta que siempre tenemos a algunos jugadores con los que no podemos contar por lesión o sanción. En tal situación, si queremos desarrollar un partido estable manteniendo cierto nivel de equilibrio en conjunto y regularidad, resulta imprescindible disponer de dos jugadores para cada posición. Mi deber es ir empleándoles en función de cada circunstancia a base de rotaciones.

-E: Esta temporada el Manchester United ha cambiado de sistema al de un solo punta, ¿verdad?
-J.I.: Sí, es muy parecido al nuestro. Su fútbol está experimentando una evolución hacia un desarrollo más vertical con jugadas construidas con orden desde atrás. Beckham y Giggs atacan desde ambas bandas. Es decir, pueden desbordar bien por el centro, derecha o izquierda. Encima se encuentra Van Nistelrooy como pilar del equipo en punta. ¿Has visto el tercer tanto suyo en el partido contra Olympiakos? Giggs recogió un pase diagonal largo de Verón para retrasar a Van Nistelrooy, quien disparó a la red. Esa es la táctica de ataque que nos gustaría conseguir a nosotros también.

-E: En la pasada temporada y en la anterior, el Valencia disputó la final dos años consecutivos. ¿Qué le pareció ver a un equipo modesto, de un nivel similar al suyo subir al escenario de gala?
-J.I.: No me dio envidia, ya que al final perdió el partido. Además de penalti. Me dio hasta pena que le arrebataran el triunfo de esta manera. Fue como si le quitasen un caramelo colgado para que lo cogiera. Sin embargo, es verdad que el hecho de que un equipo como el Valencia haya podido llegar hasta ahí nos anima mucho.

-E: Fue una lástima que el Dépor no pudiese derrotar al Leeds en cuartos de final (temporada 2000-01). Su equipo tenía más posibilidades de ganar. Si hubiese ganado en aquel partido, habría disputado contra el Valencia la semifinal. Por lo tanto, no habría sido nada extraño que el Dépor hubiese alcanzado la final.
-J.I.: Si me lo dices así, está empezando a darme la sensación de que realmente podremos conseguirlo esta temporada (risa). Es cierto que lo he pensado si hubiéramos logrado la victoria en aquella ocasión. Es que no pudimos disponer de dos jugadores claves como Donato y Mauro Silva por estar lesionados, lo cual nos hizo bastante daño. En la Liga de Campeones, si el equipo no está en buenas condiciones una noche, ya es suficiente para quedar eliminado. Ahí está la complejidad para ganar ese campeonato.

-E: Por cierto, cambiando de tema, he oido que su hijo tambien entiende mucho de fútbol, hasta el punto que le da consejos...
-J.I.: Mi hijo vive junto con mi familia en Bilbao. Le gusta mucho el fútbol y está muy enterado. Él también me cuenta cosas y yo también le hablo de fútbol. Lo que pasa es que todavía no entiende nada (risa). Si quiere entenderlo suficientemente bien como para darme consejos, debería ir primero a una escuela de técnicos de fútbol. Además yo estoy estudiando mucho. (me enseña su cuaderno grueso ojeándolo). Aquí se encuentran todos mis secretos. Son las cosas que he anotado durante los partidos. Aquí tengo apuntadas todas las instrucciones que he dado a los jugadores. Son mis notas de reflexión que suelo escribir después de cada partido analizándolo. Es un documento valioso, ¿verdad? Mi hijo no lo hizo por mí, ni nada eh?. Lo hice yo todo.

-E: Ahora vive solo en La Coruña, ¿verdad?
-J.I.: Sí. Vivo en un hotel. Entre ir a La Coruña conmigo y quedarse con los chicos (aparte tiene dos hijas de 25 y 27 años), mi mujer no dudó en elegirlos a ellos y dejarme solo. Mis dos hijas ya están trabajando y casi no vienen. Mi mujer tampoco me hace caso. Las mujeres son así (risas). Son gajes del oficio del técnico de un club. Aunque tengamos un contrato de un año, hay veces en que nos destituyen en dos meses. De hecho, durante la primera fase de la Liga, ya han echado a cuatro entrenadores a la calle. Por eso no podemos llevar a la familia a rastras a cada sitio a donde vamos. No quiero sacrificar a mi familia por el fútbol. Hablando de la vida de entrenadores, me he enterado de que el Yokohama Marinos trata muy bien a los técnicos. Me lo ha contado un amigo mío. (seguramente estará hablando del Sr. Azkargorta, ex técnico de dicho club). No olvidéis escribir que estoy interesado en trabajar ahí, vale (risa).

-E: Pero, esta temporada está a punto de descender a Segunda División. ¿Qué le parece la selección japonesa? Ya estaba terminando la entrevista con este tema, entonces fue cuando el Sr. Irureta nos ofreció a llevarnos al hotel con una amabilidad que no esperábamos de un técnico como él. Sr. Irureta, nos gustaría conocer a su hijo.
-J.I: Bueno. No creo que te pueda contar nada interesante para ti. Pero bueno. Si quieres, llámale a este número de teléfono para quedar con él.

-E: El motivo por el que tenía tanto empeño en conocerle era que un periodista coruñés con el que comimos juntos hacía unos días me había contado lo siguiente sobre él: “Irureta tiene un hijo de 19 años que es increíble. Tiene fama de poseer un conocimiento aún mayor que el de su padre sobre fútbol. Hasta se dice que le aconseja sobre las tácticas de fútbol”.
A esto debo añadir que después este periodista reconoció con sinceridad que siente enorme respeto y admiración hacia el Sr. Irureta.

Cuatro días después nos desplazamos a Bilbao. La casa del técnico deportivista se ubica en un marco incomparable, a 30 segundos de la playa en el pueblo de Getxo. Puesto que llegamos un poco antes de la hora acordada, lo aprovechamos para saborear la agradable brisa del mar respirándolo hasta la saciedad. Al tocar el timbre de la casa ya renovados por completo gracias a la brisa del mar, nos recibió su mujer, que era evidentemente mayor que yo, pero sin lugar a dudas, muy guapa. Cuando me saludó con un beso en cada lado de la mejilla, me acarició la nariz la fragancia fina de su perfume. Javier, que ya estaba a su lado era mucho más alto que su padre y extraordinariamente guapo.
Nos sentamos en un sofá del salón en el que se reflejaba el buen gusto de la dueña, y empecé preguntándole sobre su grado de interés sobre el fútbol.

J.I. Júnior: No solo me gusta el fútbol sino el deporte en general. Sobre todo, me fascinan el baloncesto y el ciclismo. Entre todo el interés que tengo en el deporte, digamos, el del fútbol ocupa más de un 50% y menos de un 100% más o menos. Ahora estoy impaciente por ver la NBA que comienza pasado mañana.

E: ¿De qué equipo de fútbol eres?
-JI Júnior: Soy del Dépor, como se puede imaginar. Desde pequeño, sin darme cuenta, he terminado siendo un fan del equipo del que mi padre es entrenador. Hace 10 años el Dépor estuvo en Segunda División. Sin embargo, dos años después de que mi padre empezara a dirigir el equipo, ya ganó la Liga, y esta temporada ha derrotado al Manchester United. En fin, se ha convertido en un equipo que puede aspirar a títulos importantes en poco tiempl. Esa evolución es lo que me atrae especialmente del Dépor.

-E: ¿Dónde viste el partido de la Champions League contra el Manchester?
-J.I. Júnior: Aquí en esta tele, ya que pensaba que seguramente perdería el Dépor. En el momento en el que terminó el choque, me arrepentí muchísimo de no haber ido a Old Trafford, claro. Aunque había visto hasta entonces muchos partidos de la Copa de Europa, el encuentro del día 17 de octubre en Old Trafford fue el mejor de todos.

-E: En cuanto al aspecto técnico, ¿qué es lo que más te gusta del Dépor?
-JI. Júnior: Tiene muy bien equilibradas la capacidad ofensiva y la defensiva. No solo marcan goles sino también encajan pocos. Si llego a ser entrenador algún día, me gustaría crear un equipo como el Dépor. El ataque hay que empezarlo desde atrás, por eso se debe configurar el equipo de atrás hacia delante. Por tanto, la función de cada jugador no se debe limitar solo a la defensa o al ataque. Aunque para que esto funcione, se requiere que los jugadores sean capaces de cubrir bien su posición al igual que otras. En este sentido, el Dépor se encuentra actualmente en condiciones fabulosas. Además los jugadores que destacan como Tristán, Valerón, Djalminha, Víctor los tiene bien distribuidos en el conjunto del terreno, lo cual es otro punto más a favor del Dépor. En cambio, por ejemplo, un equipo como el Real Madrid, a pesar de que anotan mucho, tambien encajan bastantes goles. A mí no me trae demasiado ese tipo de equipo. No obstante, creo que el Madrid sólo está aletargado ahora mismo. Así que cuando despierte, posiblemente tendremos que ponernos a temblar todos.

-E: ¿Qué opinas del Barcelona? Tu padre valoraba mucho el fútbol de Cruyff
-J.I. Júnior: En la época en la que jugaba Stoichkov en el Barça, efectivamente funcionaba como una maquinaria precisa, aunque todavía sigue siendo fuerte. Tiene a Rivaldo, Kluivert y a Saviola. Luis Enrique, que se encuentra lesionado actualmente, también es un jugador. Digamos que el único equipo en la Liga española que puede igualar al Real Madrid sin lugar a dudas es el Barça.

-E: Entonces, ¿qué pasa con el Dépor?
-J.I. Júnior: Como seguir suyo, me gustaría decir que es superior a los dos equipos. Sin embargo, juzgándolo objetivamente, lo situaría en el tercero o cuarto lugar en la Liga.

-E: ¿En qué te fijas especialmente, a la hora de ver un partido?
-J.I. Júnior: En los detalles. Por ejemplo, ¿cómo tienen trazada la línea de defensa?, ¿cómo se va desarrollando esa línea en torno al movimiento del balón?, ¿en qué momento suben por las dos bandas?, o ¿cómo toman los jugadores las posiciones en un ataque? Cosas así. También me fijo en qué momento y situación el entrenador cambia de jugadores.

-E: ¿Alguna vez su padre ha seguido un consejo suyo?
-J.I. Júnior: Ojalá que sí. De todas formas le digo por teléfono, todo lo que se me ocurre o lo que haya podido notar. Es tan cabezota que casi nunca cede, pero sí parece que lo tiene en cuenta.

-E: El cuaderno de Irureta contiene muchísima información y de gran utilidad.
-J.I. Júnior: Mi padre tiene la costumbre de apuntar absolutamente todo lo que le viene a la cabeza. Las hojas están repletas de letras desde arriba hasta abajo. Tiene anotados hasta los últimos detalles, lo cual ya me parece demasiado. Sobre todo, el apartado donde escribe puntos para reflexionar tras un partido suele ocupar más espacio (risa)

-E: ¿Tu sueño en el futuro es, como es lógico, trabajar como entrenador?
-J.I. Júnior: Sí, es uno de mis sueños.

-E: Estoy convencido de que si Irureta júnior llegara a ser técnico de un equipo algún día, será buen entrenador. Lo cierto es que hablando con él percibía la misma naturalidad con que su padre afronta cosas de mucha trascendencia como entrenador. De tal palo, tal astilla. Cuanto más trataba con él, más claramente confirmaba mi idea. No ha mostrado ningún indicio por el que se envanezca de tener un padre que es un gran entrenador.
Aparte de tu padre, ¿qué otro técnico te gusta?
-J.I. Júnior: A ver, como grandes entrenadores podría a Héctor Cúper, Zaccheroni, Van Gaal y Capello... Sin embargo, a mí, sobre todo, me gustan los técnicos a los que se les dé bien confeccionar ataques utilizando bien las dos bandas como mi padre. Ah, hablando de los ataques por la banda, mi padre me ha dicho que usted sabe mucho de esa clase de ofensiva, señor Sugiyama.

-E: Es que tu padre me ha dado clases sobre este tema. Al principio, me iba a conceder solo 5 minutos, sin embargo, Irureta se entusiasmó cada vez más a medida que me explicaba sobre sus tácticas. Me hizo abrir mi cuaderno y me lo llenó de esquemas y dibujos con sus teorías de tácticas. ¿Cómo puede ser tan buena persona siendo tu padre lo que es?
-J.I. Júnior: Yo también pienso que mi padre es buena persona. Es precisamente lo que más me gusta de él, puesto que me parece que es algo que tiene mucho mérito. Mientras que algunos entrenadores son un poco engreídos y tienden a guardar las distancias con la gente, nosotros somos de clase popular, con lo cual no hay ningún motivo para hacernos los importantes. Por lo tanto, me parece bien que mi padre siga así. Es la clase de persona que siempre intenta ayudar a los demás, al ver que se encuentran con algún problema. Aunque sólo disponga de 5 minutos, si piensa que puede ofrecerles algo en tres minutos más, no duda en dedicar su tiempo a esas personas. Yo creo que es bastante buen tipo. Me gusta Zidane por el mismo motivo. A pesar de ser una estrella de tal calibre, no parece nada presumido y trata a la afición con mucha amabilidad. Yo pienso que los jugadores deben tratar bien a sus seguidores y estar agradecidos con su apoyo, ya que para ellos, sus seguidores son auténticos tesoros.

-E: Será difícil mantener su forma de ser si le contratan en un equipo grande como el Barça o el Madrid. Tal y como van las cosas, hay bastantes posibilidades de que le reclamen grandes clubes.
-J.I.: Entonces, irá al Yokohama Marinos (risa). De eso también me ha contado algo mi padre. Bromas aparte, aunque vaya a Milán, que tampoco está muy lejos de aquí, estoy seguro de que se las arreglará entendiéndose con la gente de ahí, aunque no hablé bien el idioma. Así que si recibiese una oferta, iría sin rechistar.