Ambiente de gala en Riazor para el Deportivo-Celta. Los aficionados desplegaron al inicio del partido un mosaico blanquiazul que rezaba un premonitorio "Depor Campeón". Los deportivistas acudieron en masa a pesar del tiempo, ya que no dejó de llover en todo el día en la ciudad herculina.
Con este ambiente de gala comenzaba el encuentro. Tras unos minutos iniciales en los que se sucedieron los contragolpes de uno y otro equipo, con juego precipitado, ambos conjuntos se relajaron un poco y jugaron más el balón en el centro del campo. El Deportivo se hizo con el dominio en toda la primera mitad en la que Víctor, Valerón y Turu, sobre todo, pusieron en aprietos a Pinto pero sin llegar a anotar. Las jugadas de estrategia a balón parado del Deportivo no llegaron a fructificar y, para más desatinos, un penalti de Yago sobre Tristán es lanzado por el Turu que, desequilibrado, dispara fuera. El Celta, por su parte, gozó en este periodo de un par de contragolpes pero sin llegar a disparar a la puerta de Molina. Catanha, su hombre más adelantado, cayó en varios fueras de juego motivados por el adelantamiento de la defensa local.
En el segundo periodo fue el Celta el que comenzó presionando la meta rival, con varios disparos a puerta, los primeros de los célticos en el partido. Mostovoi, Karpin y Doriva fueron los encargados de poner en aprietos a Molina aunque los deportivistas aprovecharon los contragolpes para buscar el gol. La entrada de Djalminha dio más ideas al ataque deportivista y los pases del brasileño a Turu y Tristán dejaron sentados a la defensa celeste. Sin embargo el gol no llegaba y hubo de ser el propio Djalma el encargado de mover el marcador con un gol de bandera. Un pase largo de Tristán al brasileño en el pico del área fue aprovechado por Djalminha para recortar de tacón al defensa céltico y disparar un tiro imparable que batía a Pinto y supondría el primer y único gol del partido.
Desde ese instante el Deportivo pareció conformarse con el resultado y el Celta llevó la iniciativa del ataque obligando a Molina a esmerarse en sus intervenciones. Karpin, Mostovoi, Pablo y Doriva fueron los encargados de llevar el peligro céltico al área blanquiazul. El Deportivo jugó desde ese momento al contragolpe, buscando el desmarque de Makaay con balones largos y éste estuvo a punto de marcar, con un balón del holandés que fue rechazado por el poste cuando Riazor ya cantaba un nuevo gol.
El Deportivo continúa empatado a puntos con el Valencia, que también superó su enfrentamiento de esta jornada, liderando la tabla de Primera División. El Celta baja a la décima plaza de la clasificación y la próxima semana se enfrenta al Barça.
