El Rayo tiene la extraña capacidad de no sorprender a nadie. Los márgenes de error de Juande son menores que los de su colega.
El Rayo salió como siempre: sus cinco de atrás muy ordenaditos, Helder cabalgando sin descanso, Cembranos y Míchel I pensando por todos y Bolo bregando y pegándose con su padre si es necesario.
Como siempre que puede en su estadio, el conjunto de Madrid hurgó en sus bandas y por ahí arañaba la pared móvil que va trasladando el Deportivo por los campos de España.
Como su portero frente a un sol hiriente, el conjunto gallego no vio nada en la primera parte. Balones a Flavio y al Turu Flores, perder la pelota y a ver desangrarse las piernas de Mauro y de Manuel Pablo para proteger la casa.
Empujando siempre con el mismo patrón, Bolo cabeceó hacia el área grande. Luis Cembranos, que es más listo que la mayoría de los jugadores, se adelantó la pelota para encarar a Songo'o; y en esas apareció desesperado César. Llegó tarde y enganchó al suizo, que se pegó una costalada. Penalti de los de verdad e impecable disparo de Míchel I. Nada cambió. El Deportivo seguía atrapado en sus miedos. Víctor, que es un jugador que mira siempre hacia adelante, puso en apuros a Lopetegui. Fue un chispazo después de una jugada muy liosa y sin ningún sentido.
Sin el sol, el Depor se atrevió a apretar un poco más. La segunda parte abrió más el campo y apretó por las bandas. Makaay andaba perdido y Turu se trababa siempre en el último regate. El Depor no tardaba nada en perder el balón, todas sus arterias estaban obstruidas. Jokanovic no aportaba nada. Alguien debería explicar alguna vez cuál es el secreto de un jugador cotizado desde hace muchos años tan por encima de sus aportaciones.
La salida de Djalminha apretó al Rayo contra el muro. Fue más psicológico que otra cosa. Eso es también lo que tienen los buenos: que cuando no hacen mucho los de enfrente siguen preocupados.
El partido se iba terminando sin muchas cosas que contar. Entró Ferrón, un jugador estupendo, y se pegó tres carreras enormes. Estíbariz cabeceó hacia atrás, dentro del área, el saque de una falta. Llegó Ferrón y machacó con la zurda.
Una bronca por culpa de Flavio, un jugador muy deportivo, marcó el final de un partido menor.
Irureta insinúa que el Rayo estaba primado
Javier Irureta insinuó ayer tras el partido que el Rayo Vallecano estaba primado por terceros. «Sus jugadores estaban sobremotivados. No estoy contento con algunas circunstancias que se han dado en el partido», dijo el técnico, que no quiso ahondar más en el asunto.
Con prima o sin ella, el Rayo dejó al Deportivo sin ningún punto. El miedo se acerca a Riazor y sólo el calendario, que le permite disputar tres de los últimos partidos en su campo, le concede ánimos. Dentro de dos jornadas, le espera el derby gallego contra el Celta en Balaídos. Los de Víctor Fernández no andan sobrados de puntos y, con la UEFA todavía en el punto de mira, pueden necesitar los puntos tanto como el Deportivo. En la siguiente jornada recibe al Zaragoza, otro de los aspirantes a la Liga de Campeones. Son sus dos compromisos más complicados. La Liga podría estar decidida ya a falta de dos jornadas.
El Celta también se cruzará en el camino del Barcelona. Será en el Camp Nou en la última jornada. Es posible que ya no se jueguen nada. El que sí se lo jugará será el Atlético que, en la jornada 35, recibirá a los azulgrana entre el desánimo, la furia y el recuerdo de la Copa. El resto de partidos no deben resultar muy complicados para los de Van Gaal: Rayo, Real Sociedad y un Sevilla de Segunda.
El Real Madrid es el que tiene el calendario más sencillo. Racing, Alavés y Valladolid en casa y dos visitas a los campos de Espanyol y Betis son los encuentros pendientes. Lo más difícil puede llegar en el Ruiz de Lopera, donde el Madrid acostumbra a decepcionar.
El Zaragoza, el último de los cuatro candidatos, es el que tiene un calendario menos favorable. Además del partido contra el Deportivo, debe visitar al Valencia en la última jornada, en la que es posible que los de Cúper se jueguen su participación en Europa. El equipo de Rojo es el único de los aspirantes que tiene que disputar más partidos fuera que en casa. La próxima jornada juega en Soria. En casa le quedan Athletic y Málaga.


