Bajo esta regla, la prórroga dura un máximo de 30 minutos y se juega si ambos equipos están empatados al final del segundo tiempo y han marcado el mismo número de goles tanto fuera como en casa. Si uno de los equipos se pone por delante después de quince minutos de prórroga es el ganador. Si los dos conjuntos están todavía igualados, se disputa un segundo periodo de quince minutos. Si uno de los equipos va por delante en el marcador al término de ese periodo consigue la victoria. Si el resultado sigue siendo de empate, una tanda de penaltis determina cuál es el ganador.
En la prórroga, por lo tanto, no se aplica el criterio del valor doble de los goles en campo contrario. Es decir, la prórroga se juega como si fuese un partido independiente, en campo neutral.
