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Para el Deportivo... <nl/>Falto de mucho titulares no pudo contra el Málaga 0-0

Si quedaban algunas dudas éstas se disiparon claramente después del empate a ceros contra el Málaga. El ascenso, un año más, era imposible. Sin embargo la fortuna no había estado con el Deportivo, como tantas veces en aquella temporada. Las bajas había

DEPORTIVO: Canedo; Pardo, Piris, Vituco, Piña, Ballesta; Piño, García, Vales (m.17 Rivas); Coco y Pousada.
MÁLAGA: Humberto; Ardez, Martínez, Aido; Uriarte, Requejo; Quevedo, Migueli, Esteban, Vilanova y Cervera (m.9 Santi).
Hay que comenzar esta crónica diciendo que para el Deportivo otra vez será. Nos estamos refiriendo al ascenso porque aunque el rigor matemático no le ha descartado de forma definitiva, no cabe duda de que solamente de milagro puede ya alcanzarse uno de los tres primeros lugares de la clasificación, que son los únicos que dan derecho a ese ascenso que si bien nadie se lo había propuesto como meta al inicio de la temporada, no lo es menos que estuvo al alcance de la mano habiéndolo perdido más por deméritos propios que por méritos de los demás.
Frente al Málaga, el Deportivo tenía una de sus últimas bazas a jugar. Ganando, quedaba todavía la esperanza de poder sumar puntos fuera y superar al tercero en discordia que era precisamente el Málaga. Pero había que ganarle y a ser posible superar el 2-0 adverso de “La Rosaleda”. Y el Deportivo –justo es decirlo- planteó el partido armando el juego perfectamente atrás para el asalto de las líneas del Málaga, atento siempre a la peligrosidad de sus contraataques.
(...) Pero indudablemente hacía falta que la delantera blanquiazul acertara a la hora de la verdad. Y ese acierto falló en todo momento. Hubo oportunidades muy claras que se fueron al limbo. Hubo dominio acreditado por esos dieciséis saques de esquina por cuatro de los contrarios, pero hace mucho tiempo que los córners han dejado de tener peligrosidad y su lanzamiento es nulo a la hora de subir al marcador.
Por su parte el Málaga, vino a realizar lo que se ha dado en llamar “su partido”. Sin concesiones a la galería, controlando el balón mucho tiempo aunque solamente en una oportunidad encontrara hueco (...).
El equipo coruñés, aun con los mismos hombres, mostró una forma distinta en cuanto a la concepción del juego, mejorando actuaciones anteriores pero con esa terrible laguna de la falta del hombre realizador que pueda aprovechar el juego que se gestó en el medio del campo al que por fin se dominó desde el principio. Pero, repetimos, poco importa dominar, mandar y querer, cuando ese domino, mando o voluntad, no encuentra el hombre realizador que sea capaz de convertir en goles todos los esfuerzos del conjunto. Y no hay que olvidarse que en el fútbol, lo que priva es el gol ya que sólo con ellos pueden llegar los puntos.