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Restaurado un cuadro de Lloréns de 1911 que representa por primera vez los colores del Deportivo con Virgilio como protagonista

El Museo de Belas Artes da Coruña acogió hoy la presentación de la restauración de una obra de Francisco Lloréns fundamental en la reconstrucción de la historia del Deportivo y en la representación de una de sus grandes leyendas, Virgilio Rodríguez Rincón. El cuadro de Lloréns, de 1911, cedido por la familia de Virgilio al Museo para su restauración y exposición pública, es la muestra más antigua conocida de la representación del uniforme del Real Club Deportivo.

A esta clave cromática para la historia y a la prueba de que el nombre de la institución era ya Real Club Deportivo, se une que el cartel, de casi dos metros de alto, representa a uno de los personajes más importantes del Deportivo a lo largo de los 112 años de vida del Club. Una vida, la de Virgilio, unida a siete décadas de la del Deportivo que el presidente, Tino Fernández, glosó en su discurso:

"La figura de Virgilio Rodríguez Rincón es la de un hombre ligado durante toda su existencia al Real Club Deportivo.

Solo hace falta referirse a dos hechos puntuales, separados por nada menos que 72 años, para darse cuenta de su importancia en la vida de nuestra centenaria institución: Virgilio fue el autor del primer gol de la historia del Club, en aquel partido fundacional frente al Coruña del 8 de diciembre de 1906 y falleció, en 1978, siendo el socio número 1 del Real Club Deportivo.

Más de siete décadas de vinculación al Deportivo. Más de 70 años de dedicación y amor a los colores.

Porque cuando en la Plaza de toros se permitió el entrenamiento de gimnasia y fútbol a principios del siglo XX, ya en las fotos se distingue a un niño llamado Virgilio.

Cuando un gimnasio dedicado a la esgrima abre sus puertas en la calle Galera, ahí está Virgilio.

Cuando el balón comienza a rodar en el Corralón de la Gaiteira, Virgilio, entusiasta sportmen de la Sala Calvet, se convierte en jugador del primer Deportivo y en uno de los componentes de la trainera deportivista en innumerables regatas.

Y cuando se inaugura el Parque de Riazor en 1909, también juega Virgilio.

Con el equipo de fútbol jugó entre 1906 y 1913, en partidos tan señalados como la conquista de la Copa Bugallal, que luce en la sala de juntas de nuestra sede, o la primera visita de un equipo extranjero a la ciudad de A Coruña, el Vie Au Grand Air du Médoc francés, en 1911.

Ya en aquellos tiempos, Virgilio comenzó a echar una mano en otros menesteres, pues figura como contador en la Junta Directiva de 1909. Una vez retirado de la práctica del fútbol, se convirtió en la más importante figura en uno de los peores momentos que jamás ha vivido el Club, cuando el Deportivo dejó sin fútbol a sus futbolistas, obligados a segregarse por el espacio de 4 años en el Deportivo Auténtico FC. 

Virgilio fue el presidente de la reunificación, de la concordia, de la reintegración del fútbol en el Real Club Deportivo. También ejerció como secretario en 1924 y regresó a la directiva en 1941, con la llegada a la presidencia de Aurelio Ruenes.

La primera patada que se pega a un balón en el Estadio de Riazor, un 29 de octubre de 1944, no podía darla otro que Virgilio, realizando el saque de honor.

Hasta 1945 ocupó un cargo de Vocal, que compaginó con el de delegado de la Sección de Atletismo durante su primer año de existencia, 1942, y a continuación, asumió de nuevo la presidencia por una campaña (1945-1946), lo que le convierte en uno de los escasos personajes que ha ostentado tal honor en más de una época, y la Vicepresidencia en la siguiente (1946-1947), con Ruenes de nuevo como máximo mandatario. 

En 1959, después de infinidad de partidos vistos desde un banco a pie de campo, pegado a la balaustrada de Tribuna justo a la salida del túnel de vestuarios, volvió a ser directivo. Virgilio formó parte de la Comisión Económica que crea el presidente Cebrián Brizuela ante la delicada situación que vive el Club. Otro duro momento más en el que Virgilio también estuvo ahí. 

Por todo ello el Club le entregó la insignia de oro y brillantes en 1963, cuando ya era socio número 1. Y en 1977, le reconoció como socio de mérito. Poco después de su fallecimiento el 2 de junio de 1978 y de ser enterrado con la bandera del Deportivo, la directiva presidida por Antonio Álvarez creó la Medalla al Deportivismo Virgilio Rodríguez Rincón, que fue entregada a su sucesor como socio número uno, Manuel Cagiao Muiños.

Estamos, por lo tanto, ante uno de los personajes más importantes de la historia del Real Club Deportivo y, tal vez, ante uno de los más desconocidos para el gran público. Por eso, hoy, más de 100 años después de la creación de esta obra tenemos que agradecer una restauración llevada a cabo por el Museo de Belas Artes, y a la familia Rodríguez por su conservación.

Esta obra, según investigadores del Club y colaboradores del Club, fue creada en 1911 por Francisco Llorens para la difusión de enfrentamientos del Real Club Deportivo en el Parque de Riazor, en este caso un Torneo de la Prensa, torneo de prestigio del momento y fue expuesta en los principales comercios de la ciudad.

Hoy vuelve a lucir en todo su esplendor para traer al presente al pasado más destacado de nuestro Club. Un pasado que nos impulsa hacia el futuro, ya que, en el museo del Deportivo, Virgilio Rodríguez Rincón tendrá su reconocimiento por haber sido una de las personas con mayor vinculación al Club en toda su historia. Un ejemplo de Deportivismo".

Ángeles Penas Truque, directora Museo Belas Artes A Coruña y Anxo Lorenzo, director xeral de Políticas Culturais da Consellería de Cultura e Turismo de la Xunta, participaron junto a la familia de Virgilio en la presentación de esta obra que puede visitarse durante todo el mes de enero en el propio Museo antes de incorporarse a la exposición sobre la historia del fútbol gallego que se inaugura en febrero en la Cidade da Cultura.