Se acabó el sueño.<br>El Oporto se mete en la final de penalti
Un gol de penalti bastó al Oporto para meterse en la final de la Liga de Campeones y acabar con las ilusiones de los blanquiazules. El Deportivo acarició el sueño, se veía posible aunque todos éramos conscientes de la dificultad de este partido. Como así
Dolorosa eliminación en semifinales de la Liga de Campeones, nunca antes el sueño de llegar a la final estuvo tan cerca, pero los deportivistas despertaron de esa bendita locura de soñar con alcanzar Gelsenkirchen de forma amarga. Los seguidores del Oporto desplazados hasta Riazor, sin embargo, disfrutaron de su fiesta.
Trabado primer tiempo en Riazor en el que ninguno de los equipos disfrutó de la posesión del balón. Ambos conjuntos dispusieron de oportunidades sueltas de gol, pero sin concretar. En la reanudación, ni los buenos deseos de S.M. El Rey, que antes del inicio del partido bajó al vestuario a desear lo mejor a los blanquiazules, pudieron ayudar a un equipo que no supo controlar el balón en el centro del campo y fue dejando jugar al Oporto que cada vez estaba más cómodo.
A los 58 minutos César comete una falta sobre Deco y Collina, que fue bastante cuestionado por la grada, señala el fatídico punto de penalti. Aunque Molina casi detiene el lanzamiento de Derlei, el balón se escapa por bajo y entra a puerta provocando la desolación de las gradas y jugadores que veían como se alejaba la final.
La eliminatoria se ponía cuesta arriba y peor todavía en el 69 cuando Collina enseña la segunda amarilla a Naybet y deja a los deportivistas en inferioridad numérica. A partir de ahí, alguna ocasión de Valerón, también de Tristán y un par de jugadas trenzadas de Fran, pero el juego ya no dio para más y el Oporto estaba cada vez más convencido del pase.
Se acabó el sueño de la Liga de Campeones, pero fue una bonita experiencia para el Club, la ciudad y su afición mientras duró.
