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El Depor desprecia el favor del Barça

La Estrella Digital publica:Cada vez que puede marcharse hacia el título, desperdicia la oportunidad. Cada vez que puede rozar con las manos una de las asas del trofeo, pincha. El Deportivo despreció ayer una nueva oportunidad de decir "esta Liga no se me

El Deportivo de La Coruña desaprovechó una inmejorable ocasión para asestar un golpe definitivo a la liga y cayó 2-0 en Vallecas, ante el Rayo, que se aseguró la permanencia en primera y comienza a pensar en cotas mayores. El Depor pagó el conformismo con el que jugó en la primera mitad, en la que se vio superado por el Rayo. La reacción del conjunto gallego llegó en la segunda parte, cuando Djalminha destapó el tarro de las esencias, aunque se estrelló ante la sólida defensa local.

Desde el pitido inicial ambos equipos mostraron lo que iba a ser la tónica durante los noventa minutos. Juego poco vistoso, de lucha, sin un dueño claro y en el que el esférico viajó de un área a otra sin visitar el centro del campo.

Más acoplado a las reducidas dimensiones del terreno de juego, el Rayo Vallecano comenzó a cercar la portería de Songo'o. Un disparo lejano de Michel y un testarazo de Amaya, fueron los avisos del peligro de un Rayo que renunció hoy, con la lesión de Canabal, a un segundo delantero que acompañase a Bolo.

Una de las claves en el juego del Rayo Vallecano, la presión asfixiante, provocó desde el inicio que el Depor no desplegase el juego práctico que le ha llevado a liderar la Liga. Ahogados en el centro del campo, Mauro Silva y Djokanovic, no superaron a Poschner y Pablo Sanz, pero la calidad de sus delanteros hicieron temblar Vallecas.

El Depor consciente del pinchazo de sus perseguidores, especuló en el inicio y lo pagó en el minuto 22, cuando una internada de Luis Cembranos acabó en penalti, que no lo desaprovechó Michel. Empeñado en jugar con las mismas armas que el Rayo, los hombres de Irureta cayeron en el error de abusar del balón aéreo, que nunca llegó a Makaay ni al Turu Flores, demasiado anárquicos.

Quien si se encontró muy suelto fue Luis Cembranos, que en su vuelta al once inicial supo moverse entre líneas y de sus botas salió todo el peligro rayista. Al borde del descanso, un nuevo remate de cabeza de Amaya, sacado bajo palos por Manuel Pablo, pudo convertirse en el segundo tanto del Rayo en medio del desconcierto gallego.

La arenga de Irureta en el descanso avivó a sus jugadores en la reanudación, que tardaron en quitarse la responsabilidad del partido. Un remate del Turu Flores ajustado al palo en el minuto 54 y un segundo de Mauro dos minutos después, fueron el primer síntoma de desperezamiento del Depor, que se hizo con el dominio.

Irureta tardó en reaccionar y cuando colocó en el terreno de juego a Djalminha y Pauleta, el panorama cambió radicalmente. El Rayo quedó encerrado en su terreno, con la única esperanza de lograr algún contragolpe con la velocidad de Cerrón. La magia del Djalminha no pasó desapercibida en Vallecas. El brasileño silenció Vallecas en el minuto 74, cuando tras dos regates preciosistas su potente disparo acabó en una espectacular intervención de Lopetegui.

Cuando más sufría el Rayo sentenció Cerrón. El jugador catalán, que ha pasado de ser una de las claves de la gran temporada al banquillo, sin explicación, saldó sus cuentas sobre el campo y aprovechó un rechace para fusilar a Songo'o y retrasar, de momento, el alirón gallego.