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Los hechos de Soriano Aladrén en Valladolid

Pasaban los días y la afición coruñesa continuaba encolerizada por lo acontecido en Valladolid. A las críticas vertidas contra el juego sucio y violento de Fernando Hierro, ahora se sumaban las dirigidas contra el colegiado Emilio Soriano Aladrén, a quien

Además de la “agresión” arbitral de Soriano Aladrén, los coruñeses las sufrieron de otro tipo
LA CORUÑA SE MUESTRA INDIGNADA POR LA ACTUACIÓN DEL COLEGIADO CASTELLANO EN EL REAL VALLADOLID-R.C.DEPORTIVO

-Los hechos de Soriano Aladrén.

(...) Aunque todas y cada una de las “faenas” de Soriano Aladrén se las sabe ya de memoria toda La Coruña, y muy especialmente la legión de seguidores deportivistas, vamos a delatarlas someramente:

Minuto 15, entrada de Patri a la pierna de Ramón, que estaba creando mucho peligro por su banda. No hay falta ni tarjeta pese a que el jugador deportivista tiene que salir en camilla y, ya en el vestuario, aplicarle más de una docena de puntos de sutura. Fue sustituido por Carlos Fontana.

Minuto 47, claro derribo de Raudnei, a cargo de Gonzalo, en el área local, que el de negro no quiso ver.

Minuto 49, dudoso penalti en el área deportivista que parece silenciar a modo de compensación, y cuya jugada es posible que no se hubiera producido de haber sido gol el del Deportivo.

Minuto 60, Fernando Hierro se desentiende del balón, que controlaba Fran, y le entra con los dos pies enviándolo fuera del campo. Soriano Aladrén le muestra tímidamente la cartulina amarilla, cuando más de una emisora local (de Valladolid) había anticipado la “tarjeta roja”.

Minuto 82, Jankovic derriba a su implacable marcador, Martín Lasarte, desde el suelo toca el balón con la mano y facilita el gol de Albis, que igualaba la eliminatoria. Faltaban siete minutos para que el Deportivo fuera finalista y había que evitarlo como fuera. Gol ilegal a todas luces, que hunde anímicamente al Deportivo, que hasta entonces, venía manteniendo el tipo y guardando bien su parcela.

Minuto 106, ya en la prórroga, jugada de ataque local y Peña, debajo de los palos, en claro fuera de juego, sentencia el partido. Se intentaba llegar a los penaltis, peroSoriano Aladrén quería evitarlo como quedó bien patente.

A estas claras jugadas, que el de negro vio como le vino en gana, hay que añadir las constantes faltas al borde del área, en contra del Deportivo, que en un noventa por ciento fueron provocadas por caídas del “tanque” Jankovic, que lo hacía muy bien y “picaba” o se dejaba “picar” por el colegiado. Afortunadamente los vallisoletanos no supieron aprovechar ninguna. Pero se pitaban para “darles una oportunidad”. (...)

-Las otras agresiones.

Además de esta constante “agresión” de Soriano Aladrén, sin que en ella impliquemos para nada a Valladolid y su afición, no podemos dejar en el olvido las agresiones de palabra y obra que sufrieron peñas de aficionados coruñeses por parte de ese siempre reducido grupo de exaltados contrarios, que también existieron en el Nuevo José Zorrilla, pese a sus proclamas contra la violencia, ya que, entre otros, el autocar que transportaba a la Peña Deportivista La Estrella, fue apedreado, rompiéndole varios cristales, y algunos de sus peñistas sufrió lesiones, de las que tuvieron que ser atendidos en ruta y al llegar a La Coruña, sin que en ningún momento las huestes de Manolito Sanjurjo se mostrasen hostiles ni faltones.