Rubén de la Barrera: "Ahora es cuando se ven los verdaderos equipos y las verdaderas familias"
Rubén de la Barrera manifestó al concluir el encuentro en el campo de O Vao que "comenzamos con un error en la salida de balón. Poco a poco fuimos capaces de llevar a cabo lo que pretendíamos. Tuvimos la ocasión de Lara y después ocurrió algo que no puede suceder nunca: conceder un gol a balón parado y un segundo que vino precedido de un saque de banda y en el que estuvimos desactivados. La primera parte reflejó algo complicado para el segundo tiempo. En el descanso intentamos darle la vuelta a la situación introduciendo cambios, un funcionamiento diferente. Volcamos el partido a campo de ellos, un equipo que sabíamos que iba a estar replegado. Pudimos crear situaciones de aproximación y en los últimos 10,12 minutos se concentraron ocasiones para meternos en el partido".
Explica que con los cuatro cambios en el descanso "intentamos buscar soluciones. Lo que queríamos era que Raí tuviese a un compañero más próximo como Diego Villares. Con Rayco queríamos evitar que ellos saltasen para que Héctor pudiese tener situaciones cómodas para jugar y para centrar al área. Y con la entrada de Miku buscaba ganar en presencia, ubicándolo en ese perfil derecho para que se pudiese beneficiar de todo lo que ocurriese por la izquierda".
El técnico deportivista subraya que "justo antes del primer gol del Coruxo el equipo estaba bien. El gol llegó cuando mejor estábamos. El resultado es duro y es consecuencia de lo que no hicimos en la primera parte. En la segunda mitad introducimos cambios, novedades, intentando otorgarle frescura y más llegada al equipo. Acercarnos a la posición de Miku para generar situaciones de ventaja alrededor del área. Y no fue suficiente".
Admite que "clasificatoriamente es una realidad" que el Dépor está peor y, sobre el ánimo del equipo, "aquí hay dos opciones: no asumir responsabilidades y cortarse las venas; o lo que toca, que es la única solución, es desde mañana preparar el partido del Guijuelo. Quedan cinco partidos, quince puntos. Está complicado, esa es la realidad".
Concluye Rubén de la Barrera que "no tiramos la temporada. Ahora es cuando se ven los verdaderos equipos y las verdaderas familias. Esto tiene que ocurrir y revertir esta situación que no es buena".
Más que hablar de objetivos como el ascenso o la clasificación para la Primera División de la Federación, quiso centrarse en lo inmediato: "Ahora mismo lo que tenemos que pensar es en ganar el partido próximo contra el Guijuelo. Es lo que tenemos que pensar. A partir de ahí nuestro rendimiento dirá si nos merecemos unas cosas u otras. Lo único que tiene que aparecer en las cabezas de la gente es la palabra Guijuelo, seguir entrenando todavía más y mejor; y llegar el domingo y ganarle al Guijuelo. No hay más".
En esta línea, apunta que "si nos ceñimos a los números hay tiempo de quedar entre los tres primeros. Son quince puntos y nos enfrentamos a equipos que van a pelear con lo mismo. Son tres puntos que nos tienen que hacer romper esta dinámica, que para nada es buena; y acercar a ganar los siguientes porque ahora mismo tenemos que ganar los cinco partidos que quedan".
Desveló una charla nada más finalizar el partido en el vestuario de O Vao: "Una cosa es hablar y podemos hablar de mil millones de temas. Ahora lo que toca es hacer. No vale con acumular minutos o esas famosas sensaciones. Cada segundo tienes que imponerte al rival, apretarlo, empujarlo. En el momento que eso no está sucediendo, los resultados no son favorables".
Por este motivo, el entrenador blanquiazul avisa que "el partido del domingo lo tenemos que ganar sí o sí. Hay que prepararlo bien y hay que ser mucho mejores de lo que lo estamos haciendo. Si pretendemos hacer las cosas como las estamos haciendo, el resultado no nos está dando la razón. Estamos obligados a dar un paso más y a modificar ciertas cosas para que el partido del domingo sea por fin ese primer partido. El equipo necesita además esa primera victoria que lo empuje".
