Jaime Sánchez, integrante de la plantilla del Dépor campeona de Liga en la Temporada 1999-2000 y actual entrenador del Juvenil B deportivista, pasó hoy miércoles por la sala de prensa virtual.
Explica que lo que intenta con sus jugadores en estos momentos es que "estén lo más vinculados al fútbol, a su pasión. Intentamos que tengan con esas rutinas con el fin de que estén entretenidos, de que no pierdan esas ganas de volver. Aunque siendo realistas, sabemos que es complicado que se vuelva a empezar".
En esta línea, comenta que "intentamos hacer un seguimiento individual, hablando con ellos, haciéndoles ver que este confinamiento tiene cosas positivas, donde pueden realizar muchísimas cosas aparte de las rutinas diarias marcadas a nivel físico, relacionadas con la fuerza, el core, la movilidad. Algunos lo tendrán más sencillo, otros menos. Intentamos que con estas rutinas sigan manteniéndose en la dinámica de fútbol. Intentamos que lo vean como una oportunidad para prepararse, para estudiar, para seguir con esa preparación a nivel de fútbol sino también a nivel educativo, a nivel de hacer otro tipo de actividades. Que no lo tomen como un encierro sino como una adaptación a otras cosas que pueden realizar".
La temporada con el Juvenil B de la Liga Nacional "está siendo muy positiva en todos los sentidos. Es una categoría complicada. En esta categoría empiezan a jugar al fútbol, se empiezan a enfrentar a chavales de tercer año, algunos incluso jugando en categorías superiores. Hace que ese nivel sube. Positivo por cómo han ido evolucionando desde el primer día hasta el último. Contento por esta evolución que han tenido".
Teniendo en cuenta que hay que priorizar la salud por encima de todo, en unos momentos en los que "no se sabe por donde se va a tirar. Para mí está claro que la temporada (en la Liga Nacional) está acabada en todos los sentidos. La salud está por encima de todo".
Prefiere no mirar al pasado y, en esta segunda etapa en el Club, "valorar si fue justa o no justa mi salida la primera vez ahora mismo no sirve para nada". Así, se queda con "pensar en lo bonito que fue entrar otra vez en el Club, en la formación de los chavales, algo que me apasiona. Y seguir encaminando mi carrera hacia el mundo del entrenador, el mundo de la formación. Y seguir vinculado al fútbol que es mi pasión".
Considerado como "una persona muy inquieta, trata uno de mejorar día tras día y que las aspiraciones sean la máximas. El día a día es lo que marcará el futuro. Y siempre vinculado al mundo del fútbol que es mi pasión. Uno siempre tiene que tener las aspiraciones máximas para seguir mejorando".
Este periodo de confinamiento lo lleva Jaime "como todo el mundo, con cierta incertidumbre. Tengo dos vertientes. Aquí en A Coruña todo está en orden, lo llevamos de la mejor manera posible, siempre activos, siendo positivos, intentando ayudarnos los unos a los otros aquí en casa. Y en Alcalá, mi otra vertiente, donde tengo yo parte de mi familia. Aquí con un poquito de intranquilidad porque tengo a mi padre ingresado y esa inquietud, esa impotencia por no poder hacer nada hace que este confinamiento se convierta un poco en una mezcla de sentimientos".
Opina que "a todos nos gustaría que la competición volviera. Pero en categorías inferiores va a ser muy complicado por no decir imposible. En cuanto al fútbol profesional, se están buscando todos los mecanismos posibles para que se pueda reanudar. Aunque en la situación en la que estamos, lo primero es la salud de todos. Priorizar la salud por delante del fútbol porque todos somos personas".
Uno de esos mecanismos que se baraja a la hora de retomar la competición es disputar partidos cada 72 horas. Pues bien, indica Jaime que "ese impacto en el futbolista sería importante no por el hecho de competir cada 72 horas sino por el hecho de haber estado un periodo bastante grande de inactividad. Aunque se sigan las rutinas marcadas por el Club, al final fútbol es fútbol. No hay mejor forma que estar en un terreno de juego para poder asimilar el cuerpo ese periodo de adaptación. Creo que el principal problema no son las 72 horas, sino el periodo de inactividad hasta volver a empezar, ya que todavía hay incertidumbre de cuándo se va a empezar, cómo se va a empezar y de qué forma se va a empezar".
De su temporada como campeón de Liga con el Deportivo, recuerda especialmente el "cariño de la afición desde el primer momento que llegué. Me marcó. Siempre se dijo que A Coruña es la ciudad en la que nadie es extranjero. Es el reflejo a la realidad. Alguien que viene de fuera se siente querido, hace que uno se sienta como en casa. Es el hecho más significativo del tiempo que llevo aquí, amén de los partidos. Los partidos están ahí pero queda el cariño de la gente. Es lo que siempre me he llevado".
Preguntado por la posibilidad de que los futbolistas hagan esfuerzos como reducciones de salarios o jugar en verano, Jaime sostiene que "todo el mundo tiene que poner de su parte, y más en estos momentos tan complicados en los que nos encontramos. Me consta que en el Dépor los jugadores van a llegar a un acuerdo con la directiva. Y todo se va a solucionar de la mejor manera posible como se merece esta entidad".
